Aceptar que uno no tiene cabida en determinado sitio es complicado pero necesario para progresar. Seguramente eso pensó el exdiputado Miguel La Torre Sáenz al anunciar su salida del Partido Acción Nacional (PAN) e integrarse a la filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

No es el primero ni el único que realiza un movimiento de ese tipo. Muchos han sido los que cambian de colores e ideologías, algunas veces con tal de figurar para un puesto de elección popular que en su anterior militancia no llegaría. Las oportunidades llegan para todos, así es el sistema en México.

Ciertamente resultaba difícil concebir que La Torre se cambiara. En su gestión como diputado reclamó múltiples veces a los morenistas. Como líder del blanquiazul en Chihuahua también se declaró enemigo del guinda y sus representantes. Ahora su discurso ha cambiado totalmente.

El exdiputado anunciará su registro como aspirante de Morena a la Presidencia Municipal de Chihuahua. Busca ser el hombre a vencer, aunque antes tenga que librar el proceso interno y las aspiraciones de otros personajes. Si una ventaja se le tiene que reconocer, es que puede predecir los movimientos de la oposición.

La Torre ha vuelto a la vida, al menos así bromeó en sus redes. Veremos si sus intenciones le alcanzan en un proceso en el que no es el único interesado.


En tanto, en Juárez también se va formando la baraja de perfiles para las elecciones de 2024. Nombres conocidos, otros no tanto, pero las mismas ganas de estar ahí. Lo que no debe cambiar es el objetivo de ser elegido democráticamente: servir al pueblo y dar resultados.

Alejandro Pérez Cuéllar, hermano del actual alcalde, busca una diputación. Quiere representar al Distrito 4 con Morena. Ya hizo su registro y espera que sea seleccionado para la fase final. Espera que sus lazos familiares no intervengan el proceso, para bien o para mal.

A principios del año, Alejandro fue nombrado coordinador del Frente 4T para promocionar los logros del gobierno federal. También ha participado en algunas actividades del Municipio y eso lo han catapultado para oficializar sus aspiraciones. Veremos si eso es suficiente.


La gobernadora Maru Campos Galván está lista para rendir cuentas, ahora más temprano de lo habitual. Debido a que las elecciones se realizarán el siguiente año, se tiene contemplado que el informe de la mandataria se realice en febrero, para evitar los reclamos ante el árbitro electoral.

El cambio de fecha podría ayudar a hacer más visibles los logros de 2023 y hablar un poco de lo que espera para la siguiente etapa. Se cumplirán apenas dos años de la administración, por lo que los cambios y las nuevas propuestas figuran ampliamente en el radar de la gobernadora.

Los puntos más relevantes son la seguridad, la educación y el desarrollo de obras que beneficien a la comunidad, especialmente de Juárez, que históricamente ha recibido menos de lo que le corresponde, que se ha tratado de revindicar en años recientes. La inversión ha aumentado.

Habrá que estar atentos a la fecha que se fije para el informe. Será la ocasión, en un buen rato, en la que se pueda hablar ampliamente sobre lo que se ha hecho y se hará.


El lunes, el análisis se concentró en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Ahí se presentó la diputada federal Susana Prieto Terrazas, quien impulsa la reducción de la jornada laboral. Los empresarios no dieron entrada a la propuesta tal cual se elaboró, hicieron observaciones.

Los empresarios buscan que la implementación sea gradual, aunque la iniciativa ya se analizó y votó en comisiones de la Cámara y la flexibilidad quedó descartada para la propuesta, aunque podría haber una excepción si la presión y la propuesta tienen ventajas.

Nora Yu, presidente del CCE, consideró que hay posibilidades de que el cambio sea gradual y que el impacto a las finanzas de las empresas sea menor, esa es la mayor preocupación al respecto. Todo se puede resolver con el diálogo y con argumentos válidos.

La aplicación aún está lejos.

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