Hay muchas evidencias que muestran, el gobierno federal ha iniciado un proceso para ocultar las cifras reales de los homicidios dolosos, ante el aumento de los mismos.

A nivel internacional, el registro de los homicidios dolosos se considera como uno de los indicadores más completos, precisos y comparables, para medir el grado de inseguridad de un país.

Estudios de Causa en Común y un grupo de investigadores asociados a la Cámara de Diputados señalan, a partir de datos duros, que ha empezado a darse un subregistro de los homicidios dolosos.

El gobierno federal ha instruido a los estados gobernados por Morena a que claros homicidios dolosos se clasifiquen como culposos.

Los investigadores toman cinco estados, a manera de ejemplo, para ilustrar lo que está pasando. Comparan los datos reportados en el período enero-agosto de 2022 y 2023.

En Baja California Sur en 2022 los homicidios culposos eran el 49% y los dolosos el 51 %. En 2023 los culposos son el 74% y los dolosos el 26%.

En Nayarit en 2022 crecen los homicidios culposos en 67% y en 2023 se reducen los dolosos en 24%. En San Luis Potosí en 2022 aumentan los homicidios culposos en 35% y en 2023 se reducen los dolosos en 24%.

En Michoacán en 2022 crecen en 10% los homicidios culposos y en 2023 los dolosos se reducen en 24%. En Chiapas en 2023 crecen los homicidios culposos en 23% con relación a 2022.

Los datos señalan que otros estados que han trastocado sus cifras de homicidios dolosos cambiándolos por culposos son: Baja California, Campeche, Ciudad de México, Sinaloa y Tabasco.

Académicos y miembros de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) señalan que desde 2022 se ha iniciado un proceso de “manipulación” o “maquillaje” de las estadísticas de los homicidios dolosos con la intención de reducirlos.

René Gerez de Causa en Común afirma: se está́ simulando una disminución en la incidencia de los homicidios dolosos. Se ha detectado un subregistro, eliminación de delitos o la reclasificación de los mismos, como contar un homicidio doloso como culposo.

De acuerdo a Francisco Javier Jiménez Ruíz, investigador de la FCPyS de la UNAM, el maquillaje de las cifras busca generar en la población confianza y hacer creer que las cosas van bien.

La alteración de los datos tiene como propósito incidir en la opinión pública, para generar la percepción de que la estrategia de seguridad está funcionando y que las autoridades obtienen buenos resultados.

Es más que evidente que la estrategia de seguridad de “abrazos y no balazos” ha fracasado y ha hecho crecer el número de los homicidios dolosos. El promedio en los últimos cinco años ha sido de 93 al día.

El presidente y la secretaria de Seguridad son conscientes de que los informes que dan sobre la reducción de los homicidios dolosos son mentiras y solo obedece a una estrategia de carácter político electoral.

@RubenAguilar

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