Utah.- Chiwetel Ejiofor había leído “La corta y trágica vida de Robert Peace” de Jeff Hobbs años antes de que Antoine Fuqua le preguntara si podría considerar escribir y dirigir una adaptación.
El libro, que explora la compleja vida de un niño brillante que creció en East Orange, Nueva Jersey, plagado y arruinado por el crimen, fue escrito por el antiguo compañero de cuarto de Peace en Yale. Su historia no encajaba perfectamente en los tropos familiares sobre comienzos difíciles, padres encarcelados o ideas demasiado simplistas sobre el éxito y la “salida”. Se trataba de una persona que quería permanecer ligada a su comunidad, a su padre, y también triunfar en sus estudios y en el atletismo (waterpolo), primero en la Escuela Preparatoria St. Benedict en Newark y luego en Yale, donde estudió bioquímica molecular y biofísica. .
Nueve años después de graduarse de la universidad, en la que pasó un tiempo enseñando en su antigua escuela preparatoria, viajó mucho, consideró la posibilidad de realizar un posgrado y ganó dinero vendiendo marihuana, Peace fue asesinado. Algunas de las narrativas lo atribuyeron al hecho de que regresó al lugar de donde vino. Ejiofor dijo que la madre de Peace les dijo que después de su muerte, equipos de televisión vinieron y filmaron la basura en las calles en lugar de la comunidad.
Pero Hobbs y, posteriormente, Ejiofor vieron algo más complicado y matizado en la idea errónea de “movilidad social” y en la “confluencia de raza, vivienda, educación y el sistema de justicia penal”. Y, lo más importante, sentía que no había visto estas ideas plasmadas en el cine.
"Pensé que era muy especial y muy poderoso", dijo Ejiofor a The Associated Press en una entrevista reciente. “Fue una especie de coincidencia que hubiera tenido esta gran respuesta al libro, pero no lo había perseguido de ninguna manera. Aproveché la oportunidad”.
Fuqua, que se había asociado con la esposa de Hobbs, Rebecca, para adaptar la película, pensó que Ejiofor sería la persona adecuada después de ver su ópera prima, “The Boy Who Harnessed the Wind”, sobre un niño de 13 años en Malawi. que se vuelve inventivo después de que su familia ya no puede pagar la escuela.
"Sabía que iba a ser una película", escribió Antoine Fuqua en un correo electrónico. "Estaba claro que el enfoque humanista (de Chiwetel) a la narración era perfecto para llevar la vida de Rob a la pantalla".
“Rob Peace” tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance el lunes, donde espera encontrar un distribuidor para lanzarla al mundo.
"Películas como esta necesitan ser amada para existir, y para eso hace falta un pueblo", dijo el productor Alex Kurtzman, quien se acercó a Ejiofor mientras lo dirigía en la serie "El hombre que cayó a la Tierra". “No se hacen películas como ésta por dinero. No se hacen películas como esta por ningún otro motivo que no sea que sea una historia importante que contar. Y por alguna razón, tenemos la suerte de poder contarlo”.
Para interpretar a Rob, quien tendría que llevar la película y vivir en mundos muy diferentes que atravesó en su vida, Ejiofor y su director de casting encontraron a Jay Will, un recién graduado de Juilliard.
"Nunca sentí que fuera una historia sobre alguien que podía desempeñar un papel en diferentes lugares", dijo Ejiofor. “Era una historia sobre alguien que, de manera muy natural y consistente, era todas estas cosas a la vez. Realmente había que invertir y creer eso sobre él. Jay lo hizo muy naturalmente porque eso también es parte de su experiencia. También es un actor fabuloso y tiene un gran carisma y un verdadero encanto”.
La actuación es una muestra sustanciosa de una cara nueva que había trabajado en televisión, incluidas “The Marvelous Mrs. Maisel” y “Tulsa King” de Taylor Sheridan, que aún no se había estrenado.
Mary J. Blige ya estaba a bordo para interpretar a su madre, Jackie, y Camila Cabello interpreta a una novia intermitente, Naya. Ejiofor se eligió para el papel del padre, Skeet, lo suficientemente consciente de sí mismo como para saber que, como estaba en su timonera, simplemente estaría dirigiendo a otro actor para que lo interpretara como él lo haría.
"En cierto modo, tiene un carácter voluble", dijo Ejiofor. “Tiene que haber una secuencia de interrogantes sobre él, pero también tienes que sentirte muy atraído por él. Y el viaje de Rob está impulsado por ese tipo de vínculo magnético que tiene con su padre”.
Al igual que con “El niño que aprovechó el viento”, la dinámica director-actor, padre-hijo también terminó ayudando a la película.
Kurtzman se maravilló de la capacidad de Ejiofor para navegar con elegancia y calma en tres roles muy diferentes (escritor, director y actor) bajo el ambiente de alta presión de hacer una película independiente de bajo presupuesto en sólo 28 días sin dinero para horas extras.
“Nunca lo vi quebrarse, romperse o estresarse”, dijo Kurtzman. "Que fuera capaz de mantener espacio para esas tres cosas al mismo tiempo y saber cómo ponerlas en una caja mientras el tiempo corre, eso es un verdadero artista".
Para Ejiofor era igualmente importante hacer que la película se viera hermosa. Quedó horrorizado por la historia de los equipos de televisión y la basura y buscó a la directora de fotografía de “Beanpole” y “The Last of Us”, Ksenia Sereda, para hacer realidad esta visión.
"Lo que ha hecho aquí es elevar esto con una verdadera elegancia y belleza y un estilo de contar la historia, que no necesariamente se siente como lo que hemos visto antes en este tipo de experiencia cinematográfica", dijo.
Todas estas facetas trabajan juntas para acabar con los estereotipos y las expectativas. Ejiofor quiere que el público tenga una sensación de esperanza en la historia de Rob, así como que se sienta enriquecido al conocerlo.
“Al final de la película, no sólo te quedas con esta desolación. Obviamente es una historia trágica, pero es mucho, mucho más rica que eso”, dijo. “Creo que comprender su viaje es profundamente importante, enriquecedor e instructivo. Lo ha sido para mí”.
