Juárez, una de las ciudades con más feminicidios en el país
Foto: Cortesía

Ciudad Juárez.- En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se realizaron decenas de actividades para abordar el tema de la violencia de género.

El 8 de marzo no pasó desapercibido. Sin embargo, para muchas de las activistas pro derechos humanos, esta lucha se queda con frecuencia, solo en el interés de las mujeres y, gran parte de las acciones en el avance de ésta, poco más de la mitad de la población nacional, se queda como un “asunto de mujeres”.

Estadísticas abrumadoras

Hasta septiembre de 2019 se documentaron 2 mil 833 asesinatos de mujeres en el país y, al menos 726 de estos casos fueron atendidos como feminicidios, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano Nacional sobre el Feminicidio en México.

La legislación nacional vigente define al feminicidio como: toda aquella conducta delictiva cometida por una persona al privar de la vida a una mujer por razones de género, descrito por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).

Desde la perspectiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calificación de feminicidio se refiere al asesinato intencional de una mujer, solo por el hecho de ser mujer. En este delito se incluye el crimen contra las niñas, donde en muchos de los casos, están involucrados como perpetradores, varones o mujeres cercanas o integrantes de la familia de la víctima.

Por su parte, la asociación Justicia para Nuestras Hijas consultada como fuente por el Observatorio, registró 153 asesinatos de mujeres de enero a octubre de 2019, sin embargo, no se pudieron documentar como feminicidios, porque no en todos los casos se perfila una investigación con perspectiva de género, por lo que la autoridad las clasifica sólo como homicidios dolosos.

De acuerdo con el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana en Chihuahua (Ficosec), en 2019, a nivel nacional, se registraron 976 feminicidios y de estos, 29 ocurrieron en el estado de Chihuahua, con lo que la entidad se ubica en el lugar 11 a nivel nacional por estos crímenes.

Las ciudades con mayor incidencia en el delito de feminicidios dentro del registro estatal son Ciudad Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc, que incluso aparecen dentro de las 100 ciudades mexicanas con mayor número de estos delitos cometidos entre enero y diciembre de 2019.

En el caso de Ciudad Juárez, entre 2017, 2018 y 2019 se documentaron 39 casos de presuntos feminicidios, cifra que coloca al municipio como el de mayor incidencia en la entidad.

Sin embargo, la ciudad de Chihuahua registró en ese mismo período 24 feminicidios, mientras que Cuauhtémoc contabilizó cinco en el mismo lapso.

Visibilizar la violencia

El Código Penal del Estado de Chihuahua establece que a quien prive de la vida a una mujer por razones de género se le impondrá una pena de 30 a 70 años de prisión, así como la reparación integral del daño.

En el período de noviembre de 2017 a diciembre de 2019, 57 personas fueron imputadas por el delito de feminicidio, pero de ellas, solo 26 fueron sentenciadas, de acuerdo con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado de Chihuahua.

El delito de feminicidio no es el único que preocupa a la ciudadanía y a las autoridades, pues la violencia familiar está frecuentemente asociada al de feminicidio y una de las prioridades es visibilizar esta problemática social.

De acuerdo con la encuesta sobre Prevalencia de Violencia Familiar y Sexual, impulsada por el Observatorio Ciudadano, en 2019, seis de cada 100 mujeres consultadas dijeron sentirse maltratadas por su pareja durante el último año, y de ellas, el 18 por ciento manifestó haber recibido algún tipo de violencia por parte de su pareja.

Prefieren no denunciar

La encuesta revela también que son las niñas y las adolescentes de entre 12 y 14 años, quienes más padecen algún tipo de agresiones, en contraste, solo uno de cada cuatro casos de padres y madres de las niñas y adolescentes que han sido violentadas, ha denunciado el hecho ante las autoridades.

De quienes denuncian la violencia contra niñas y adolescentes, se sabe que lo hacen ante el Ministerio Público o Fiscalía (44 por ciento), seguido de otras instituciones como autoridades escolares (26 por ciento), la Policía Municipal (20 por ciento), o institutos de la mujer (8 por ciento).

Algunas de las razones por las que no se denuncia este delito, son porque las familias no se quieren meter en problemas, según revela la encuesta mencionada, en tanto que el 20 por ciento de las personas que respondieron, dijeron que denunciar no resolverá el problema y que eso no cambiará las cosas, un porcentaje menor dijo no saber cómo presentar una denuncia.

Y a pesar de que no todos los casos son denunciados, las carpetas de investigación abiertas por violencia familiar en 2019 en el estado de Chihuahua, fueron 10 mil 968, lo que le coloca en el quinto lugar a nivel nacional con más casos documentados.

Menores, las víctimas

El Observatorio Ciudadano presentó recientemente un flujograma para la atención a la violencia, con el propósito de permanecer en comunicación continua y coordinarse para interactuar en forma integral y oportuna.

Para atender a niñas, niños y adolescentes se diseñó, en conjunto con otras dependencias gubernamentales, un protocolo de comunicación cuando se advierta algún tipo de vulneración a los derechos de la infancia.

Además, existe un Manual de Protección de Seguridad Escolar que, a nivel nacional, señala como una de sus prioridades, mantener a salvo de lesiones, daños o pérdidas a las y los menores, sin embargo, no contempla la regulación ante algún tipo de riesgo en la actuación de las autoridades educativas, de acuerdo con Ficosec.

Por otro lado, en el estado de Chihuahua aún no se ha definido un protocolo de actuación que derive de lo contemplado en la Ley de Seguridad Escolar para atender los delitos de carácter sexual y violencia de género.

Ante la inexistencia de un protocolo de seguridad en este contexto, las organizaciones de la sociedad civil insisten en que las autoridades educativas y las de seguridad pública deben trabajar con urgencia en la construcción de una estrategia que permita definir y capacitar a la comunidad escolar, cómo actuar en caso de alguna contingencia.

Es necesario crear protocolos para saber cómo ayudar a las víctimas a través de herramientas que permitan responder de manera rápida y oportuna para prever las agresiones y disminuir la incidencia de los delitos contra mujeres, niñas y niños.
Prevenir, atender y frenar la escalada de violencia al interior de los hogares es el mayor reto, y éste, definitivamente no es sólo un asunto de mujeres.

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