Ciudad Juárez.- Al ser uno de los puntos más importantes en materia de migración, esta frontera recibió hoy el montaje del proyecto mural “El Paso del Norte”, el cual es dirigido por la artista Lizbeth De la Cruz Santana, nacida en los Estados Unidos (EU) y con ascendencia mexicana, quien ha vivido toda su vida cercana a las realidades migrantes, que a través del arte busca dar visibilidad a la deportación y sus contrastes.
En entrevista para Netnoticias, compartió que radica en California, es una artista que se auto identifica como “chicana”, esa cultura urbana en la que los hijos de migrantes mexicanos transitan al convivir con dos países, la cultura predominante en su núcleo familiar y su entorno social al habitar en EU.
Lizbeth pertenece al proyecto de investigación Humanizado La Deportación, y a través del proyecto actual “El Paso del Norte Mural Project” busca retratar los contrastes de la migración documentada y la historia “oculta” de la deportación, contando el lado humano en el que las familias de diversos países que son separadas al enfrentar una expatriación.
Con la participación de más de 40 voluntarios la actividad arrancó este día las 7:00 a.m. con un performance que inició en El Paso, Texas, y cruzó por el puente internacional Paso del Norte (Santa Fe) caminando hacía Ciudad Juárez, mostrando los 13 retratos que se instalarían en el mural bajo el mismo puerto de cruce que une a la comunidad binacional y es la puerta de retorno o expulsión de cientos de familias que son deportadas por los EU.
La diversidad plasmada en todos sus sentidos desde la realidad de diferentes personas que han vivido la deportación por las autoridades estadunidenses, lo múltiples países de origen, sus tradiciones, la lengua que hablan y hasta la técnica con la que se ha montado esta obra de arte.
El trabajo de investigación y entrevistas que hay previamente a la actividad de este día recaba la comunicación con 13 migrantes que han vivido la deportación, en su ser o en el de sus familiares, entre quienes se encuentran personas nativas o con ascendencia de Haití, México, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Guatemala.
El muro ubicado en la base sur del puente Santa Fe, en el lado mexicano del río Bravo, se convirtió en el lienzo en el que se pintó un sol de color amarillo que representa el amanecer, una esperanza para quienes transitan tanto el proceso de migración como el de deportación, sobre el cual se utilizó la técnica de paste up para pegar los retratos previamente pintados sobre lona durante 11 sesiones de trabajo artístico, manifestó Lizbeth a este medio.
“La falta de un proceso más digno para las personas que son retornadas forzadamente por una deportación; de cómo restablecer una vida nueva en México o Centroamérica. Conocer sus historias es muy importante mostrar esos lados más humanos sobre este tema tan fuerte”, compartió la artista.
La idea de trabajar bajo el puente (Santa Fe) busca mostrar lo que ocurre “abajo”, aludir a lo que es silenciado, a lo que no se muestra, lo que no se quiere ver, lo oculto. Mientras que sobre el puente transita la migración documentada llegando o saliendo de México, detalló De la Cruz Santana.
El mural cuenta con un código QR que da acceso a un documental que recaba historias de alrededor de 500 personas y sus familias, quienes debido a las leyes de migración se han visto forzadas a abandonar el país en el que han realizado su vida y a separarse de sus seres queridos.
El evento transcurrió con la participación de una decena de instituciones y proyectos artísticos que se sumaron para traer el mural a esta frontera, entre quienes se encuentran: Border; Humanizado la Deportación; Art Masters El Paso; El Paso Community College; Black & Latinxs Public; Mellon Fundation; Baruch College; y Las Américas.
