Ciudad Juárez.- Los aranceles impuestos al acero y al aluminio por la administración de Donald Trump desde el pasado 12 de marzo están afectando a la industria en México con mayores costos y una complejidad aumentada en los trámites a la hora de cruzar sus mercancías.
Marcelo Vázquez delegado Estatal de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm) en Chihuahua, explicó que los aranceles son al acero y aluminio en lingotes en estado básico, pero también a sus derivados por lo que hay más de 50 tipos de productos de acero y aluminio algunos utilizados en la industria maquiladora que tendrán que pagar el arancel.
Dijo que hay una complicación a la hora de hacer las exportaciones pues Estados Unidos está exigiendo declarar los productos que tengan acero y aluminio en dos líneas; una de ellas es en donde se marca el producto que no lleva cargo de arancel y en la otra línea se debe especificar la mercancía incluida en el producto que sí tenga la obligación de pagar la tarifa del 25 por ciento.
“En el sentido de que tienen que llenarlos en dos líneas, la primera tiene que decir, lo que no es de EU y la segunda línea se refiere a lo que es originario de Estados Unidos y eso entra a tasa cero; antes si calificaba de acuerdo a las reglas del TMEC entraba todo como un producto, si cumplía con el 75 por ciento entraba sin problema”, puntualizó.
Además del costo adicional ahora se agrega un gasto de tiempo, pues la autoridad aduanera del vecino país tendrá que utilizar más recursos para determinar si los pedimentos vienen de acuerdo a la realidad de los productos.
Todo esto complica la operatividad de la industria en la ciudad y en todo el país y nos vuelve menos competitivos afectando el nivel de empleo y la economía de ciudades como Juárez donde se depende mucho de la industria extranjera de exportación.
Añadió que esta es una de las principales formas en las que Estados Unidos podría conseguir que la industria retorne a producir desde Estados Unidos.
La iniciativa privada y gobiernos deben empezar a construir juntos estrategias que ayuden a mantener a las ciudades competitivas y que esto ya se está dando dentro de las negociaciones anti aranceles en donde los organismos empresariales participan como asesores.
