En el pasado, Ciudad Juárez era considerada como la urbe más violenta del mundo, marcada por la guerra contra los cárteles y la batalla entre sí por el control de los territorios. Quienes vivieron esos años, aseguran que el panorama era desolador, muchas actividades se restringieron, la economía decayó y los ánimos también.

Con el paso del tiempo y diversas estrategias, la condición cambió, pero no se revirtió por completo, pues siguieron y siguen los casos de homicidio, secuestro, venta de narcóticos y otros delitos que resisten pese a los operativos, aunque se debe reconocer que no es igual a hace más de 15 años.

Sin embargo, las evaluaciones de distintos organismos apuntan a que el panorama en la ciudad no ha cambiado mucho desde aquel fatídico año 2010, cuando se registraron más de 3 mil homicidios. Las cifras actuales son diferentes, pero eso no que quita que la localidad esté entre una de las peligrosas.

El Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) presentó el martes su informe anual de actividades. Se destacaron estrategias para la prevención y atención de los delitos, principalmente entre jóvenes. Pero también reportes de cómo organismos internaciones evalúan a la localidad.

Ubican a Juárez en el top 10 o top 20 de ciudades peligrosas por la cantidad de homicidios. Es comparada con sitios donde hay un conflicto declarado y las autoridades utilizan toda la fuerza para confrontar las amenazas. El anunció causó reacciones rápidamente, principalmente de desacuerdo.

El fiscal Carlos Manuel Salas rechazó el ranking y aseguró que se trabaja de forma conjunta con los tres niveles de gobierno para reducir las cifras que han colocado a Juárez en una posición comprometedora. Constantemente se hacen evaluaciones de las estrategias para mejorar.

En tanto, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar reconoció el trabajo de la organización para la creación de proyectos que rompan con círculos de violencia, así como atender a niñas, niños y adolescentes víctimas de violencias. El trabajo conjunto puede tener mejores resultados que los esfuerzos en solitario.

Si bien el panorama es muy diferente a lo que se vivió hace más de una década, los casos emblemáticos se siguen presentando, lo que significa un gran desafío en seguridad para los involucrados. El siguiente paso es determinar acciones que ayuden a revertir esa consideración.


En un acto sin precedentes, la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, recibió el bastón de mando de las mujeres con el que dirigirá el país en el que garantizará el respeto a los derechos de niñas, adolescentes, mujeres adultas y adultas mayores. Un compromiso que está dispuesta a cumplir a toda costa.

El compromiso de Sheinbaum lo hizo ante un grupo de mujeres destacas en diversas áreas: académicas, activistas, políticas, artistas, empresarias y lideresas comunitarias. Dejó claro que la transformación es feminista y se reivindicará el papel de la mujer en esos y más ámbitos.

Parece que Sheinbaum ha generado gran impresión con esa postura. Tal es el caso de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos Galván, quien reiteró su disposición para trabajar con Sheinbaum por el bien de la comunidad. Su condición como mujeres líderes puede traer buena conexión.

A diferencia de la relación con AMLO, Maru Campos planea tener una excelente comunicación con la futura presidenta. La chihuahuense atribuyó la ruptura con el gobierno federal a una voz perversa que interfirió en el canal. Queda esperar una reunión entre ambas.


Grandes helicópteros sobrevolando la frontera, movimiento de unidades del Ejército, bomberos, ambulancias. Mucha expectación causó el ejercicio binacional en el que participaron militares mexicanos y estadunidenses en el Estadio Olímpico Benito Juárez, pegados al muro fronterizo.

En el evento estuvieron autoridades de Estados Unidos y de México, de tal manera que el General Rubén Zamudio Matías, comandante de la Quinta Zona Militar, refirió su agradecimiento a la delegación del Ejército Norte de los Estados Unidos por acudir a la actividad.

El objetivo es que los elementos estén preparados ante una situación de emergencia mayor, como un terremoto de 7.5 grados, como se estableció en el simulacro realizado en las instalaciones del estadio. Está difícil que ocurra un evento de esa magnitud, pero más vale estar listos.

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