UN MENSAJE contundente fue el que envió la magistrada presidenta Myriam Hernández en su discurso por el 199 aniversario del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua.
“Una Constitución debilitada facilita la manipulación de quienes deberían estar sujetos a la ley y no por encima de ella”, fueron las palabras de la magistrada presidenta, en medio de un clima muy tenso en el poder judicial a raíz de los cambios que se avecinan como consecuencia de la reforma judicial que sigue dando de qué hablar a todos niveles.
Hernández Acosta destacó la satisfacción de celebrar 199 años de trabajo, dedicación y valores inquebrantables, reforzando el llamado a todos los integrantes de la institución a seguir trabajando con empeño y profesionalismo, especialmente en tiempos difíciles. En sus palabras, este esfuerzo es un compromiso ineludible "frente a los agresivos embates que representan los actuales momentos que vivimos como juzgadoras y juzgadores". Esta frase resuena profundamente en el contexto de una democracia que enfrenta desafíos sin precedentes en México.
En un momento de cambios para el país, con reformas constitucionales que algunos consideran necesarias y otros peligrosas, Hernández Acosta expresó inquietudes legítimas y oportunas: “¿Realmente creemos que reducir la independencia judicial y permitir la intervención directa de agentes políticos en las decisiones judiciales ayudará a combatir la corrupción? ¿A quién beneficia una Constitución debilitada?”, fueron parte del discurso de la magistrada.
Estas preguntas invitan a una reflexión seria. En cualquier democracia, la independencia de los poderes es un pilar insustituible. Hernández Acosta advierte del riesgo de un Poder Judicial intervenido y manipulado, recordando que, sin un sistema de justicia fuerte, imparcial y autónomo, se vulneran los derechos fundamentales y se debilita la democracia.
LAS CORPORACIONES de seguridad en Ciudad Juárez se encuentran a la expectativa de las políticas migratorias que pudiera traer consigo la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos.
El secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz, ha señalado que existe la posibilidad de un incremento en el flujo de migrantes que intenten llegar a Estados Unidos, y por lo tanto, de aquellos que puedan quedarse en ciudades fronterizas como Ciudad Juárez en espera de cruzar.
Muñoz ha resaltado que en ese contexto, la SSPM ha sostenido una reunión binacional, con la participación del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), ante la preocupación compartida sobre cómo podrían cambiar los patrones migratorios si las políticas endurecen.
Si bien hasta ahora no hay una señal clara de un incremento masivo de personas en situación de movilidad, el clima de incertidumbre prevalece y Ciudad Juárez se mantiene a la expectativa.
A lo largo de la frontera, la migración es un fenómeno cotidiano, marcado por historias de búsqueda de oportunidades y por la desesperación de aquellos que huyen de la violencia y la pobreza. Sin embargo, esta situación se intensifica cuando los cambios en el panorama político de Estados Unidos generan efectos dominó en México. La experiencia ha demostrado que cada restricción de cruce fronterizo suele traducirse en un aumento de población migrante varada en ciudades fronterizas, que a menudo no cuentan con los recursos necesarios para atender sus necesidades.
La clave en este momento es la preparación. Si bien no existe certeza sobre un posible incremento de migrantes, los gobiernos locales y federales deben estar listos para ofrecer apoyo humanitario y garantizar seguridad para todos, tanto para los migrantes como para los residentes de estas ciudades. En este sentido, es vital la colaboración continua entre el INM y el CBP, así como con organizaciones civiles que puedan brindar apoyo a esta población vulnerable.
Esta situación es un recordatorio de que las políticas migratorias no pueden verse como simples mecanismos de control, sino como políticas humanas que consideran la complejidad de las realidades de millones de personas.
IMPULSANDO el deporte, es lo que se pretende hacer en la ciudad Chihuahua, todo con miras a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Y es que Marco Bonilla, presidente municipal de la capital, se convirtió en el primer alcalde en formalizar un convenio de colaboración con el Comité Olímpico Mexicano (COM).
El nuevo acuerdo marca un precedente no sólo para Chihuahua, sino para todo el país, al demostrar que las iniciativas deportivas pueden y deben ser impulsadas desde el ámbito municipal. Chihuahua aspira a trascender en el deporte, y con una estrategia orientada al desarrollo y profesionalización de sus atletas, entrenadores, y cuerpo técnico.
Marco ha señalado que el convenio busca preparar a los deportistas chihuahuenses con miras a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Al firmar este acuerdo, el municipio se compromete a proporcionar herramientas, infraestructura y conocimientos a los talentos emergentes, así como a aquellos que ya han demostrado su capacidad en competiciones como los Juegos Panamericanos y Centroamericanos.
La presidenta del Comité Olímpico Mexicano, Mary José Alcalá, elogió la visión de Bonilla y su disposición para establecer un proyecto con impacto profundo en la comunidad deportiva. Según Alcalá, este convenio es una prueba de que Chihuahua está dispuesto a hacer más que solo pedir apoyo; pues se está construyendo una base sólida que promueve la seguridad, el bienestar y la competitividad de su gente.
El acuerdo contempla un período de dos años de intensas actividades, desde capacitaciones y certificaciones hasta concentraciones y evaluaciones de rendimiento. Estas iniciativas, en conjunto, prometen elevar el nivel de competitividad de los atletas chihuahuenses, brindándoles una ventaja significativa para representar al país en la arena internacional.
A PARTIR del próximo año se pondrá en marcha la primera fase de la esperada rehabilitación del Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) #9. Al menos así lo anunció el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Gilberto Loya.
La intervención de lo que fue el Cefereso #9 en Ciudad Juárez marca un paso importante para el sistema penitenciario en la región. La construcción y adecuación de este tipo de centros, especialmente para personas privadas de su libertad de alta peligrosidad, representa un avance hacia la despresurización de los centros penitenciarios locales y la mejora en la gestión de quienes requieren medidas de mayor seguridad.
Loya Chávez, destacó que uno de los objetivos clave es trasladar a los reos de alta peligrosidad a las antiguas instalaciones federales, liberando espacio en las cárceles locales para enfocar los esfuerzos en la reinserción de quienes no representan un riesgo mayor.
La presencia de aproximadamente 10 mil personas privadas de su libertad en el sistema penitenciario estatal refleja un desafío, pero también una oportunidad de replantear la misión de estos centros como espacios de transformación y reintegración.
Además, el traslado del Cereso Femenil No. 2 al Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores en el suroriente de la ciudad, que actualmente alberga a unas 220 mujeres, también invita a la reflexión sobre la situación de las mujeres en el sistema penitenciario. El cambio no solo se presenta como una solución logística, sino como una oportunidad para ofrecer condiciones más dignas a las mujeres privadas de su libertad, muchas de las cuales enfrentan una realidad compleja dentro y fuera de las rejas.
La implementación de Cefereso No. 9 y la prioridad en unidades de bajo riesgo para la rehabilitación de personas menos peligrosas invitan a pensar en un sistema que no solo busque contener, sino transformar. La reinserción social, especialmente en una comunidad como Ciudad Juárez, debe ir acompañada de programas efectivos y un enfoque en los derechos humanos que permita a los internos encontrar oportunidades de redención y reintegración a la sociedad.
El reto para el próximo año, y en los años que vendrán, será garantizar que este enfoque de despresurización y especialización en los centros penitenciarios avance en paralelo con programas efectivos de rehabilitación y educación. Solo así se logrará un impacto duradero en la reducción de la reincidencia y en la construcción de una ciudad más segura para todos.