Oler los alimentos cuando se quedan mucho tiempo guardados en el refrigerador o incluso cuando se quedan fuera es la práctica más común para "comprobar" si todavía son comible o ya se echó a perder, sin embargo, científicos alertan que podrías estar poniendo en peligro tu salud, ya que de acuerdo con expertos, esta acción no sirve de mucho para detectar bacterias dañinas que podrían estar creciendo en la comida.
Muchas de estas bacterias que afectan la salud en humanos no producen malos olores, por lo que la técnica del olfato resulta inservible para saber si algo está o no en buen estado, de acuerdo al artículo "Por qué oler la comida no basta para confirmar, si está o no en buen estado", escrita por Matthew Gilmour para el portal The Conversation.
Esto pondría en peligro la salud de los consumidores, el microbiólogo explica que patógenos como la listeria y la salmonela carecen de aroma, por lo que de consumirse alimentos con estas bacterias podría producir serios problemas de salud.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informan que la bacteria “Listeria monocytogenes” puede provocar, en las mujeres embarazadas, tanto aborto espontáneo, como parto prematuro e incluso muerte fetal. De igual manera, el CDC indica que la “salmonella” propicia, entre otras consecuencias, diarrea con presencia de sangre, vómito, fiebre y mareos.
Matthew Gilmour expone que si bien la listeria y la salmonela no son detectables a través del olfato. En el caso de frutas, verduras y leche la presencia de una población de bacterias dañinas para la salud sí puede distinguirse oliendo los productos.
Entonces, ¿cómo saber cuándo algo es todavía consumible?
De acuerdo con este experto lo mejor es respetar las fechas de caducidad, almacenar los productos siempre a una temperatura de 4 grados o menor, así como respetar la cocción completa de los alimentos. Tanto las bacterias como los patógenos se desarrollan porque no conservamos los alimentos, especialmente las sobras que dejamos para consumir en otro momento, de la manera más apropiada.
Cuando un alimento se queda sin refrigeración, por arriba de los 4 grados, las bacterias comienzan a crecer debido al calor y la humedad. Expertos recomiendan que los alimentos no deben pasar más de dos horas desde que se preparan hasta que se guardan. Una vez dentro del refrigerador, se pueden consumir en un lapso de hasta tres o cuatro días como máximo.
En el caso de la carne congelada, como pescados, res o pollo, la comida puede estar almacenada hasta 3 o 4 meses como máximo para su consumo.