Sydney.– El inusual brote de una planta en peligro de extinción que emite olor a carne en descomposición atrajo a cientos de devotos fanáticos a un invernadero en Sydney el jueves, donde hicieron filas de tres horas para experimentar una floración trascendental y una fragancia que evoca calcetines de gimnasio y basura podrida.
Alta, puntiaguda y maloliente, la flor cadáver se conoce científicamente como amorphophallus titanum (o bunga bangkai en Indonesia, donde la planta se encuentra en la selva tropical de Sumatra).
Pero para los fanáticos de este espécimen, ella es Putricia, una palabra compuesta de “pútrido” y “Patricia”, adoptada con entusiasmo por sus seguidores, quienes, naturalmente, se llaman a sí mismos putricianos. Durante una semana, ha adornado una exhibición majestuosa y gótica frente a una cortina violeta y envuelta en la niebla de un humidificador en el Real Jardín Botánico de Sídney.
Su ascenso a la fama ha sido rápido, con hasta 20 mil admiradores desfilando por un momento ante su presencia cada vez más penetrante. Ninguna flor cadáver ha florecido en el jardín desde hace 15 años.
Se cree que solo quedan 300 ejemplares de esta planta en estado silvestre y menos de mil, si se incluyen las cultivadas. La flor cadáver solo florece cada 7 a 10 años en su hábitat natural.
“El hecho de que se abran muy raramente, por lo que rara vez florecen, es obviamente algo que las pone en una pequeña desventaja en la naturaleza”, dijo la portavoz del jardín Sophie Daniel, quien diseñó la extravagante y fúnebre exhibición de Putricia. “Cuando se abren, tienen que esperar que otra flor esté abierta cerca, porque no pueden autopolinizarse”.