Harbin.- Incluso cuando el mercurio descendió muy por debajo del punto de congelación, el entusiasmo creció entre una docena de nadadores valientes durante un ritual diario en la “ciudad de hielo” de Harbin, en el noreste de China.
Los nadadores entrenaron diariamente durante todo el año para esto.
Primero excavaron una poza en el río Songhua, rompiendo la capa de hielo de 10 centímetros de espesor que se había vuelto a formar durante la noche y sacando los pedazos. Luego se desnudaron y, uno por uno, se sumergieron en las heladas aguas de una poza de unos 10 metros de largo.
Algunos dijeron que sus extremidades ya estaban entumecidas por el clima de -13 grados centígrados.
Chen Xia, que llegó desde la provincia de Zhejiang, a unos mil 700 kilómetros al sur, se zambulló en el río a pesar de estar resfriada. Dijo que las aguas de invierno en su ciudad natal son más cálidas que las de Harbin, donde la temperatura del agua ronda el punto de congelación.
La experiencia fortaleció su confianza en la natación invernal, un deporte al que se dedica desde hace aproximadamente dos décadas.
“Sentí un hormigueo por todo el cuerpo”, dijo Chen, de 56 años. “Pero aun así me hizo sentir feliz”.
Yu Xiaofeng, residente de Harbin, dijo que la natación invernal en su ciudad se remonta a la década de 1970, cuando los habitantes vieron a fieles ortodoxos rusos bautizándose en el río. La ciudad está cerca de la frontera con Rusia. En 1983 se creó la asociación de natación invernal de Harbin.
La ciudad se considera una “tierra santa” para la natación invernal, dijo, ya que el deporte ganó popularidad aquí antes que en otras partes de China. Harbin también es conocida por su festival de invierno, que presenta esculturas gigantes de hielo y nieve, y otras más pequeñas y delicadas.
Yu, de 61 años, dijo que encontró un sentido de gran familia y alegría durante sus tres décadas de natación.
“Desde que comenzó la pandemia, se nos ocurrió un lema: es mejor sufrir nadando en invierno que hacer cola en el hospital”, dijo, y agregó que los nadadores de invierno parecían tener mejor salud que otros.
You Decang, de 76 años, dijo que la natación lo mantenía saludable y que nunca se había resfriado.
“Si paso un solo día sin nadar en invierno, me siento bastante incómodo”, dijo.