La Junta.– El amor está en el aire en las llanuras de Colorado: el tipo de amor que acelera los latidos del corazón, acelera el paso y hace que se te erice el vello de la nuca.
Es la temporada de apareamiento de las tarántulas, cuando las arañas macho salen de sus madrigueras en busca de una pareja, y cientos de aracnófilos acuden al pequeño pueblo agrícola de La Junta para verlas emerger en masa.
Científicos, entusiastas de las arañas y familias curiosas de Colorado se amontonaron en autobuses justo antes del anochecer del fin de semana pasado, cuando las tarántulas comenzaron a vagar por las llanuras secas y onduladas. Algunos usaron linternas y faros de automóviles para avistar a los arácnidos una vez que se puso el sol.
De regreso a la ciudad, los asistentes al festival hicieron alarde de sus rasgos de tarántula en un concurso de patas peludas (una mujer se llevó el título este año) y desfilaron en autos antiguos con arañas gigantes en los capós. La película clásica de culto de 1990 “Arachnophobia”, que trata sobre un pequeño pueblo igualmente invadido por arañas, se proyectó en el centro de la ciudad en el histórico Fox Theater.
Para los residentes de La Junta, las tarántulas no son las criaturas de pesadilla que suelen aparecer en la gran pantalla. Son una parte importante del ecosistema local y un atractivo para personas de todo Estados Unidos que, de otro modo, tal vez nunca hubieran visitado esta unida ciudad del sureste de Colorado.
La noticia sobre todas las personas que habían conocido de fuera de la ciudad durante el tercer año del festival de la tarántula se extendió rápidamente entre los vecinos.
Entre ellos se encontraba Nathan Villareal, un criador de tarántulas de Santa Mónica, California, que dijo que había oído hablar de la temporada de apareamiento y sabía que era un espectáculo que tenía que presenciar. Villareal vende tarántulas como mascotas a personas de todo Estados Unidos y dijo que le fascinan desde la infancia.
Las tarántulas “Colorado Brown” son las más comunes en el área de La Junta y forman sus madrigueras en las praderas en gran parte intactas de la Pradera Nacional Comanche.
En septiembre y octubre, los machos adultos deambulan en busca de la madriguera de una hembra, que ella suele marcar con una telaraña de seda. El momento de mayor avistamiento es una hora antes del anochecer, cuando el calor del día disminuye.
Las tarántulas macho tardan unos siete años en alcanzar la madurez sexual y luego pasan el resto de su vida buscando pareja, dijo Cara Shillington, profesora de biología de la Eastern Michigan University que estudia arácnidos. Por lo general, viven alrededor de un año después de alcanzar la madurez sexual, mientras que las hembras pueden vivir 20 años o más.
