Para algunos, 48 hebillas, seis monturas y hasta un remolque, pudieran no significar mucho, pero al conocer que estos son las “Medallas y trofeos” de una competencia en donde además de domarse a uno mismo se debe domar un caballo, toman un significado importante y más si como en el caso de María Fernanda Becerra Rodríguez, los consigues con apenas 15 años de edad.
La carrera de barriles, una de las llamadas “7 suertes del rodeo”, en palabras simples, consiste en que el jinete y su caballo deben realizar un recorrido en el menor tiempo posible en el cual dan una vuelta a cada uno de los tres barriles que son acomodados en la arena a cierta distancia en forma de triángulo.
Cada torneo tiene sus formatos de competición, ya sea en categorías por edad o en tiempos, en los que, sencillamente ganan los mejores tiempos o bien los que según la división determinada, a partir de la mejor marca conseguida en la propia carrera.
Fernanda, relata que comenzó a los 10 años a dar sus primeros recorridos alrededor de los tres barriles “obligada” por su papá, cuyo gusto por los caballos lo llevó a inmiscuirla en una competencia.
La familia Becerra Rodríguez comenzó, desde cero, a conocer sobre este deporte y las competencias a las que Fernanda incursionó sin tener un caballo con el cual practicar, incluso, el primer paso para ella fue perderle el miedo a los caballos.
La adolescente cuenta que fue con caballos prestados con los que dio los primeros recorridos alrededor de los barriles hasta que su padre compró a “Pinky”.
“Pues como él (Pinky) no sabía nada y yo tampoco, pues batallamos, pero con el tiempo se fue facilitando porque me hice a su manera y él se hizo a la mía, ambos nos fuimos acoplando”, dice. Fue hasta después de un año que “su nuevo compañero” comenzó a dar buenos resultados.
Era el papá de Fernanda quien la entrenaba, replicando los consejos y técnicas que entrenadores daban a las barrileras que ya competían en las diferentes carreras que se realizaban en la ciudad. Luego se sumaron otros entrenadores.
Fue el tiempo, la suma de voluntades y la perseverancia, lo que llevó a Fernanda y a “Pinky” a entenderse y fundir dos corazones en uno para así recorrer el circuito en cada vez menos tiempo, de tal forma que de su primera exhibición en donde registró un tiempo de 27 segundos, logró bajar hasta los 17.
En 3 años Fernada y “Pinky” lograron las primeras hebillas al ganar algunas competencias, fue también en este tiempo que comenzó a correr con otros caballos, pero fue con “Taylor”, una yegua, con la que luego conseguiría sus más grandes logros.
“Si el caballo siente confianza y seguridad normalmente se comportan y trabajan bien”, expresa Fernanda al resaltar que es importante que el caballo conozca a su jinete y viceversa.
La importancia de entenderse con el caballo es la de poder “ser uno” al momento de correr, algo que pudo lograr con “Pinky” y “Taylor” y que ya trabaja con “Huesos”, un nuevo caballo con el que no ha podido competir por las complicaciones que trajo la pandemia para realizar este tipo de eventos.
Para Fernanda practicar el deporte no ha sido fácil, pues a su corta edad lo tiene que combinar con sus estudios, lo que significa horas de escuela, horas de estudio en casa y otras horas más para el entrenamiento.
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Comparte que uno de los momentos en los que pensó seriamente en dejar de correr, fue cuando tuvo que dejar descansar a “Taylor” y para continuar tenía que entrenar otros caballos, lo que fue muy complicado porque no lograba entenderse con alguno.
“Yo me desesperaba mucho porque no podía acomodarme, me enojaba y me daba mucho coraje que no me salieran las cosas como esperaba, a veces mi papá se estresaba porque yo me estresaba y el caballo también y pues no salían las cosas”, relata Fernanda.
Explica que además de las complicaciones para entenderse con algunos caballos, había temporadas en las que la escuela demandaba mayor tiempo, por lo que los viajes a competencias y las horas de práctica significaron bajas en las calificaciones.
“Yo decía, no pues no quiero descuidar la escuela, entonces pasaron muchas cosas que yo decía ya, hasta ahí pero ahí estaba mi mamá y mi papá que me decían que tenía que seguir porque iba a llegar muy lejos”, expresa Fernanda quien señala a sus padres como su principal respaldo para no desistir.
Top 10 internacional
Un torneo internacional a celebrarse en Brasil en 2019 fue el objetivo que Fernanda Becerra buscó obtener participando en diferentes competencias de clasificación cuyos resultados le alcanzaron para quedarse a un lugar de obtener el pase.
Reconoció que fue gracias al esfuerzo de sus padres quienes lograron cubrir el fuerte gasto de inscribirla y realizar el viaje a Sao Paolo, Brasil para participar en esta reconocida competencia de la National Barrel Horse Association (NBHA) en la que compiten cientos de jinetes de diferentes países.
“Es una competencia demasiado bonita, tuve muy buenos resultados, las personas fueron muy amables, me ayudaron mucho, era un nivel muy diferente”, describe Fernanda sobre su experiencia en esta competencia internacional.
Comparte que esta representó muchos nervios ya que participó con un caballo ajeno que le proporcionaron en aquel país sudamericano y con el cual solo pudo entrenar dos días antes de la carrera.
Otro aspecto que dice aumentó el nivel de la competencia, fue que no solo participaron mujeres, sino también hombres con una gran capacidad. Fernanda logró posicionarse dentro de los 10 mejores de la categoría juvenil en la cual corrieron poco más de 40 competidores.
Ganadora del Premio
MAASS 2020
Los resultados en Brasil, 19 hebillas y otros tantos méritos de 2019 le fueron suficientes para recibir el Premio MAASS 2020 que el Gobierno Municipal de Juárez, a través del Instituto Municipal de la Juventud entrega a los jóvenes destacados.
“No me la creía”, expresa Fernanda del momento en que le fue informada sobre su selección como ganadora de este premio.
Comparte que fue a su mamá a quien le avisaron y quien le remitió la noticia, la cual recibió con incredulidad y que la llevó a cuestionar varias veces sobre la veracidad del anunció.
Fue el pasado 12 de agosto que María Fernanda recibió de manos del alcalde de Juárez, Armando Cabada Alvídrez un reconocimiento y un premio económico de 10 mil pesos por ser la ganadora en la categoría de Deportistas grupo A.
¡A seguir cabalgando!
A sus 15 años de edad, Fernanda tiene como objetivo estudiar la Licenciatura en Derecho sin abandonar las carreras de barriles, pues en sus planes está el seguir entrenando, mejorar tiempos y preparar otros caballos para conquistar las arenas de rodeo en todo México y el mundo.
Pese a que ha pensado en abandonar, esta joven barrilera insiste que este deporte es muy bonito y las experiencias recolectadas en cada competencia y en todo su proceso son muy buenas.
“Uno no va solo a competir, se va a disfrutar, pasarla bien, se hacen amistades muy bonitas, ver a tu familia emocionada cuando te ven competir es bien bonito”, resalta.
Invitó a todas las personas a que se acerquen a las carreras de barriles, principalmente a las niñas, quienes como ella pueden encontrar en este deporte una pasión.