
La contingencia sanitaria por el Covid-19 provocó que los seres humanos hicieran lo que se creía imposible: el resguardarse en las casas para así frenar la propagación de este virus, sin embargo, esto también provocó que la biodiversidad y el planeta se dieran un “respiro” para regenerarse, renovarse y crecer, y en Ciudad Juárez esto no fue la excepción.
En el transcurso del 2020, la frontera ha podido ser testigo del nacimiento de nuevas especies de animales en lugares como el Centro Recreativo y Zoológico San Jorge y el Parque Central Poniente.
Revista Net visitó ambos lugares para observar lo que la naturaleza es capaz de hacer, cuando el hombre no se encuentra en el lugar
En el Recreativo y Zoológico San Jorge, localizado al sureste de la Ciudad, nacieron un borrego berberiano o de berbería, una zebra y una cría de hipopótamo.
“Al momento del apareamiento todo es natural, solamente los dejamos un tiempo solos en sus exhibidores y ellos solo hacen su trabajo, al momento de que nacen las crías, nosotros ya tenemos suplementada a la mamá con multivitamínicos que también se le dan a las crías una vez que nacen”, platica Juan Francisco Olivas Zaragoza, médico veterinario zootecnista del zoológico.
Estos multivitamínicos ayudan al desarrollo óptimo de las crías, que con el transcurso del tiempo y la alimentación que les proporciona su madre, logran crecer e independizarse, por lo que no necesitan cuidados especiales de los médicos.

“Los tigres se pueden aparear hasta 20 veces en un día, por lo que la hembra dura varios días en celo y durante esos días se mantienen así, por lo que no es muy difícil lograr la reproducción de su especie”, comenta el médico de los animales.
En el caso de la cría del hipopótamo, el cual aún no tiene un nombre pero se sabe que es macho, tiene aproximadamente 3 meses de edad, por lo que se sigue alimentando de la leche de su madre que contiene grasa y nutrientes indispensables para su desarrollo básico.
Una vez que este pueda comenzar a comer alimentos sólidos, como alfalfa molida y algunos granos, ya se le podrá comenzar a dar multivitamínicos que complementen su dieta, dice.
“Los tiempos de gestación siempre varían dependiendo de las especies, en las zebras son de 12 meses, del hipopótamo es de siete meses y del borrego berberiano son cerca de cinco meses los necesarios”, platica Juan Francisco.

En el Centro Recreativo y Zoológico San Jorge, trabajan dos médicos veterinarios que con ayuda del personal, se encargan de suministrar la medicina preventiva para que los más de 200 ejemplares de entre 50 y 60 especies animales, no padezcan de alguna enfermedad que pueda atentar contra sus vidas.
“La medicina preventiva engloba todo lo que son las desparasitaciones, suministro de vitaminas y una buena alimentación, que es la base principal para que estos animales sigan sanos”, platica el médico.
Además de estos tres nacimientos, el Centro Recreativo San Jorge se caracteriza por mantener en constante reproducción algunas especies como tortugas de agua y de tierra, faisanes y pavorreales, entre otros.
“Las apareamientos de los animales siempre son estacionales, juega un papel importante la temporada del año y el calor, ya que este provoca que las hembras se pongan en celo, por lo que personalmente no considero que la falta de personas en el zoológico influya en esto, simplemente se trató de una coincidencia en las temporadas”, comenta el experto.
Debido al alto índice de nacimientos de animales de diversas especies, este lugar realiza periódicamente intercambios con zoológicos de otras ciudades del país como el zoológico de Guadalajara y el de Torreón.
“Por el espacio nosotros no podemos quedarnos con todos los nacimientos que tenemos aquí, por lo que les buscamos un zoológico más grande en donde puedan crecer de la manera correcta”, dice.
Este espacio es uno de los muchos que tras la llegada del semáforo naranja del Plan de Reapertura Estatal del Covid-19, volvió a abrir sus puertas el pasado 22 de junio exclusivamente para el área del zoológico manteniendo las medidas de seguridad e higiene establecidas.
“Esperemos que disfruten la reapertura de este zoológico y les recordamos las recomendaciones básicas que les damos a todos nuestros visitantes: no molestar a los animales, no arrojarles piedras y no alimentarnos”, aclara el médico.
Los nuevos inquilinos…
En el zoo:
• Borrego Berberiano
• Zebra
• HipopótamoEn el Centro Recreativo
y Zoológico San Jorge viven
ahora más de 200 ejemplares
de entre 50 y 60 especies
de animalesParque Central:
• De 100 a 150 ejemplares de aves
• Destacan ocho pavorreales
• De 35 a 40 mil ejemplares de peces bagre y tilapias
Pavorreales llegan al Parque Central
En el Parque Central Poniente también llegaron nuevos inquilinos, en su mayoría de distintas especies de aves en las que destacan patos, gansos, faisanes y pavorreales.
“La poca afluencia de las personas en el Parque Central por el coronavirus se ha reflejado en una reproducción más sana por parte de los animales que tenemos en el lugar, ellos se sienten más libres y seguros y eso incentiva la correcta reproducción de ellos”, comenta Silvia de Santiago de la Torre, asistente del cordinador Operativo del Parque Central Poniente.
Hasta antes de la reapertura de una parte del Parque Central, a este lugar solo podían ingresar empleados del mismo, además de personal de áreas verdes quienes de manera escalonada se encargaban de la supervisión de la flora y fauna del lugar.

Según cifras, se calculan que en el transcurso del año, han nacido de 100 a 150 ejemplares de aves en este lugar, destacando ocho nacimientos de pavorreales, algo poco visto en el parque en los últimos años.
“Ahora con todos estos nacimientos hemos optado por realizar cambios para asegurar la supervivencia de las crías, separamos a algunas de sus madres, quienes están continuamente “echadas” y estamos dándoles mayor privacidad entre ellas mismas, además de darles un alimento balanceado”, plática Silvia.
También se ha logrado apreciar la llegada de aves migratorias, como el ave cormorán, proveniente de Canadá y el ave monja, originario de Brasil, ambas especies aprovecharon su visita a la ciudad para reproducirse en el parque.
Los peces son otra especie que aprovechó la cuarentena para sumar nuevos miembros, ya que actualmente este espacio cuenta con un estimado de entre 35 a 40 mil ejemplares de peces bagre y tilapias, que son constantemente vigilados por un grupo de biólogos.

“Se están realizando cambios tanto temporales como permanentes en el Parque Central, construimos algunos nichos para que las aves hembras puedan echarse en un lugar con sombra, alimento y agua, eso se ve reflejado en los nacimientos”, platica la experta.
Modesto, la icónica jirafa del Parque Central cumple 20 años de edad este 2020, y según cuenta Silvia, se encuentra en el estado de salud idóneo para un animal de su edad.
Este es atendido por el personal del parque dos veces al día, se le brinda comida y se le realiza un lavado a su depósito de agua, además de contar con la compañía de Tomás, un avestruz macho con el que tiene una buena relación de amistad, asegura.

“Fácil nos toma de una hora a una hora y media en atenderlo, acompañarlo y limpiarle, él ya reconoce al personal y el sonido de su contenedor de comida, por lo que ya está acostumbrado a los cuidados que le damos”, platica Silvia.
Este parque público también abrió sus puertas el pasado 22 de junio con el semáforo naranja del Covid-19 en el estado, que permite hasta el momento solo el 50 por ciento del aforo, y con el cumplimiento de las reglas de seguridad e higiene, incluyendo el uso de cubrebocas.