
¿Recuerda usted en que invertía su tiempo cuando tenía trece años?
Yo estaba en segundo de secundaria, comenzaba a escribir y repartía las horas entre estudiar, hablar por teléfono con mis amigas, realizar alguna labor asignada en el hogar y ver la televisión. ¿Le suena familiar? Apuesto a que, con leves modificaciones, usted hacía lo mismo.
Si agregamos horas frente a una pantalla, conectados a Internet, la situación se actualiza a la juventud de hoy en día.
Fue por esto que, cuando me hablaron sobre Eleana, no quise esperar para conocerla, charlar con ella y poder así, compartirles su historia en estas páginas.
En medio de la pandemia, esta jovencita acaba de concluir su segundo año de secundaria, le gusta la historia y la biología y cuando cumplió un año, recibió un regalo que, a la postre, marcaría su camino: un perro cachorro Chihuahua, al que nombraron Tobías y que aún es su compañero, junto con Florencia y Shúa, una Schnauzer y una gata, que completan sus mascotas inseparables.
En su familia son amantes de los animales y recuerda que, entre otros, han tenido hámsteres, un gallo, gallinas, palomas, tortugas, peces y sobre todo, perros y gatos, ello le ha despertado un amor e interés muy particular por estas especies.
“Me regalaron a Tobías cuando cumplí un año y a partir de los cinco me he hecho cargo de él, lo baño, lo alimento y limpio sus desechos, más adelante adopté a Florencia y a Shúa”, me cuenta esta casi niña, de sonrisa tímida, pero gran determinación.
¿Por qué digo esto? Pues porque Eleana ha decidido echar a andar el gen emprendedor y ha abierto al público su propio negocio, que se llama FloToShu, puppy cakes and cookies.

“En mi familia tenemos la costumbre de festejar a lo grande los cumpleaños de nuestras mascotas, nos encanta hacerles su pastel y fiesta, además yo les hago galletas saludables como premio y eso les hace muy felices, entonces pensé en que me gustaría hacer felices a otros animalitos y decidí elaborar pasteles y galletas para las mascotas de otras personas”, cuenta.
“Para ello, me puse primero a hacer investigación con veterinarios y en libros, así como pruebas de sabores e ingredientes, hasta dar con los que más les gustan y les son más saludables”, me comparte emocionada. “Además, tengo a la catadora más exigente, Florencia, ella es una schnauzer viejita, ya no tiene casi dientes, es muy especial para elegir qué comer, así que, si lo que preparo le gusta a ella, de seguro le va a gustar a todos los perritos del mundo”, ríe con la limpieza de quien está satisfecha con lo que hace.
Eleana Noriega Gutiérrez desde hace mes y medio produce más de 500 galletas semanales para su cada vez más amplia clientela, a la que atiende mediante su página de Facebook FloToShu, donde cuenta ya con casi 500 seguidores y en un bazar localizado junto al Parque de Beisbol Villahermosa, de esta Ciudad Juárez.

“Elaboro galletas de maní, manzana, zanahoria y manzana/zanahoria y por pedido especial, pasteles de zanahoria, maní y pollo, todo esto para perros y tengo un pastel para gatos, elaborado con atún”, detalla Elena, una chica sumamente organizada y que en estos tiempos de pandemia dedica buena parte de su tiempo a hacer crecer su empresa, porque está claro que cuando la “nueva normalidad” llegue, deberá volver a clases presenciales en la secundaria y tiene que estar preparada para que todo siga funcionando bien en ese momento.
“Vendo bolsitas con 6, 12 y 60 piezas, estas últimas hay que solicitarlas con un día de anticipación y los pasteles tres días antes, como no uso ningún tipo de conservador, los productos deben mantenerse en refrigeración hasta antes de ser consumidos por las mascotas”, dice. Me confía también que usa harina integral y se esmera por emplear insumos de la mejor calidad y me hace hincapié en que “son postre, no alimento”.
Eleana planea ser veterinaria, aunque quizá termine siendo psicóloga, lo que es seguro es que es ya una empresaria con ideas firmes y planes a futuro.
“Mi gran proyecto es crear un refugio para perros y gatos, quiero poder adoptar 300 animales, que vivan en buenas condiciones, no será un lugar para ofrecer en adopción, será su casa permanente, bajo mi protección y cuidado, no tendrán que pasar hambre, sed, frío o maltrato nunca más, por eso creé FloToShu, ese negocio va a producir el dinero que se necesita para mantener mi sueño”, expresa con entusiasmo, y está decidida a hacerlo realidad.
“El perro es el mejor amigo del hombre, debemos protegerlos”, comenta emocionada y sus planes van en serio, ya que está trabajando para ampliar la gama de productos de FloToShu.
“Estoy investigando fórmulas con ayuda de un veterinario que me asesora, para fabricar un shampoo y pasta de dientes para perro, también programo elaborar ropa y placas de identificación para mascotas y tener más variedad en la repostería animal”, proyecta la adolescente.

Antes de despedirnos, le pregunto qué es lo que ha ganado hasta el momento Eleana con FloToShu y no duda en responder que ha sido una herramienta para vencer su timidez, “el vender ha sido un reto, porque siempre he sido penosa y cada vez me siento más segura al explicarle a los clientes y atenderlos”, una ganancia secundaria importante para desarrollarse en el medio de los negocios, que, sin duda, tienen los brazos abiertos para ella.
Como soy muy curiosa, inmediatamente de que terminamos la charla, sin que Eleana lo supiera, compré una bolsa de galletas para las caninas de mi casa y puedo afirmar, con pruebas, que tanto Chloé como Gertrudis, se volvieron locas de contentas al probarlas y en cuanto escuchan el sonido del empaque, corren a recibir una, pronto deberé resurtir, porque ciertamente, les brinda gran alegría comerlas y eso, como propietaria, me encantó.
¿Se acuerda qué hacía usted a los trece años? Eleana finca su futuro, y es prometedor.