Por: Paola Gamboa

Ciudad Juárez.- Amanece en la frontera norte de México. El autobús avanza sobre la carretera Panamericana. Los pasajeros se asoman por la ventanilla para apreciar una estructura amarilla que se impone en medio del desierto. Es el Umbral del Milenio, obra del escultor Pedro Francisco Rodríguez y que da la bienvenida a propios y extraños.

En la ciudad hay cerca de 210 monumentos, 15 de ellos son de su autoría; Pedro Francisco Rodríguez ha dedicado su vida a la herrería y escultura. Sus creaciones le han valido para ser parte de la historia, arte y cultura de la frontera.

El Policía Caído, el monumento a la Cruz Roja en el Pronaf, el Bombero de la Estación Central y la figura del Papa Francisco en El Punto, son algunas de las obras más conocidas de este artista veterano.

“Desde niño me ha gustado el arte, siempre he dibujado; ya tenía este talento y me fui enfocando en dibujo y pintura, pero en la familia casi no les gustaba el tema del arte, pero son cosas que uno trae y busqué la forma dónde aplicar mejor eso”, contó Pedro Francisco en entrevista para Revista NET.

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Originario de la Ciudad de México, encontró éxito en el norte. Después de vivir varios años en Chihuahua, se mudó a Ciudad Juárez para estudiar Diseño Industrial del Producto, y luego comenzó su andar en el mundo del arte.

Comenzó como ayudante de escultor; en la escuela aprendió diversos procesos como soldar, tratar los materiales y diseñar. Decidió seguir su propio camino, y para 1982, comenzó a vender sus obras a bajo costo: “hice mis cosas y comencé a hacer esculturas pequeñas, en Juárez en ese entonces había mucho dinero y se compraban mucho”, comentó. Ya con su propio taller de herrería residencial, Rodríguez comenzó a destacar con trabajos de calidad, lo que le valió para que el cantante Juan Gabriel, el Divo de Juárez, le solicitara un proyecto: instalar rejas de bronce en su casa de la avenida Lerdo.

“Me tocó hacer trabajos con herrería y bronce. Juan Gabriel fue quien trajo esa moda a Juárez, me contactó y me dijo: hazme las rejas de la casa de mi mamá con bronce (…) Fue en 1983 o 1984. Él me pidió unas águilas, se pusieron siete, como un nido porque era el simbolismo que le quería dar”, añadió.

Picar piedra

Con su taller y la venta de piezas escultóricas sacó adelante a su familia, sin embargo, tenía un objetivo pendiente: edificar esculturas monumentales en la ciudad.

“Yo empecé a tener la visión de que Juárez necesitaba tener esculturas, es una ciudad achaparrada. Empecé a visualizar esculturas monumentales y comencé a picar piedra con los gobiernos municipales, pero al inicio no me hicieron caso”, recordó.

Pasó nueve años “picando piedra” sin tener éxito hasta que el alcalde Gustavo Elizondo Aguilar (1998-2001) le dio la oportunidad de empezar a forjar su legado.

“Me dijeron: apóyanos con un proyecto, se abrió la oportunidad a todos los escultores del país, porque él (Elizondo) quería hacer la mayor cantidad de monumentos para la ciudad, por eso fue llamado el presidente monumental”, dijo.

Bienvenidos fue su primera obra, la cual se localiza en el Puente Internacional Córdova-Américas. Una estructura sencilla pero que refleja el espíritu hospitalario de los mexicanos: “le gustó mucho al gobernador y se quedó”.

Adulto Mayor, Cascada de Basaseachi, Santa Teresa de Ávila, Paloma de la Esperanza, Papa Francisco, Los Manantiales, Miguel de Cervantes Saavedra, entre otros, se han convertido en puntos de referencia para la ciudad y muestra del talento de Pedro Francisco Rodríguez.

“Dios da los dones, y yo tengo talento para la escultura. Le pongo muchas ganas a lo que hago, lo mío es más perseverancia”.

Homenaje al Divo

Pedro Francisco ha puesto el corazón y el máximo esfuerzo en la obra que él considera como la más importante de su carrera: la escultura de Juan Gabriel.

“Ahí estoy, poniendo todo lo que haga falta para entregarle a Juárez una escultura que sea digna de Juan Gabriel”, compartió con emoción. La escultura mide 2.72 metros y se colocará en el Paseo Juan Gabriel. El escultor explicó que primero se hace el molde de bronce, se suelda la pieza completa y al final se afinan detalles.

“El proyecto lo busqué solo. Convencí a los empresarios, yo les mostré la idea y muy generosos, ellos son los que están donando los recursos para llevarlo a Juárez. Son los empresarios de la Canaco quienes están patrocinándola”, mencionó.

La base para la escultura será de granito y mármol y tendrá una frase del cantautor

“En un lado estarán los nombres de los 12 o 15 patrocinadores que han estado colaborando, la mayoría no quisieron sus nombres, solo el de sus empresas y eso lo decidí yo porque debe de quedar quiénes ayudaron, en el otro lado estará una frase: ‘Ciudad Juárez es la frontera donde debe vivir Dios’. Nadie se atrevió a decir algo tan grande como Juan Gabriel y eso estará todo grabado en el granito. Será algo muy elegante”, aseguró.

Es parte de la historia

Cuando concluya su obra más ambiciosa, continuará su carrera como artista, no solo como escultor, pues quiere probar suerte en otras disciplinas como la música de trova. Afirmó que en el tema de esculturas no vislumbra una nueva obra para la ciudad, sin embargo, reconoció que su trabajo le ha traído bastantes satisfacciones: “yo sé que soy parte de la historia de Juárez y estoy muy agradecido por eso”.

El monumento a la Cruz Roja es el favorito de Rodríguez: “es el más logrado, en el entorno, el diseño, la proporción”. Su obra se replicó en la ciudad de Panamá y dijo sentirse orgulloso de ello.

Señaló que las esculturas han sufrido vandalismo y falta de atención por parte de la administración pública, sin embargo, consideró que la comunidad juarense ha sabido cuidar su trabajo. “La gente respeta mucho, sí se robaron las placas, pero fue por gente necesitada, no por hacer daño. Ahora este presidente sí le está poniendo valor a las esculturas y monumentos. Yo creo que Juárez tiene otra mentalidad y sí los respeta”, finalizó.

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