Ciudad Juárez.- Lo que inició como un experimento con inteligencia artificial, ahora es un proyecto a gran escala. Aristóteles es un androide capaz de procesar 25 mil artículos y hacer entre 500 y 600 fichas bibliográficas en un día. Su creador, el ingeniero Marcos Barraza, compartió para Revista NET algunos detalles sobre el robot.

El proyecto comenzó hace dos años en el Fab Lab de Ciudad Juárez, un espacio para la creatividad, diseño, programación y donde se realizan diversos talleres para jóvenes, principalmente. Barraza explicó que los países que desarrollan inteligencia artificial “tienen una enorme ventaja con los que no tienen”, es por eso que buscan impulsar la creación de proyectos de este tipo en la ciudad.

Cuerpo y mente

Aristóteles cuenta con cinco procesadores, cuatro para movimiento y uno para el reconocimiento de texto e imágenes. Tiene la capacidad de mover los brazos, cabeza y cintura. El movimiento de las extremidades permite la interacción y hasta bailar, dijo su creador.

El desarrollo de inteligencia artificial requiere conocimientos de matemáticas, física y programación. Aristóteles asemeja el funcionamiento de un humano. En vez de sentidos tiene sensores; utiliza procesadores y motores de inferencia en vez de un cerebro: “ahí, en los motores de inferencia, es donde está la inteligencia”.

El androide puede aprender mediante dos esquemas. En el aprendizaje asistido el programador inserta el conocimiento: “cuando te pregunten esto, tú responde esto”, agregó Barraza. El no asistido consiste en presentarle información que él la analice y aprenda.

Cada extremidad se hizo en una impresora 3D. Las piezas tardan en estar listas entre 24 y 36 horas dependiendo del tamaño y forma. Son de un filamento plástico resistente y su producción es económica. Además, puede lanzar rayos infrarrojos para hacer una medición del entorno y crear un mapa tridimensional.

En vez de ojos tiene cámaras; tiene micrófonos para reconocer preguntas y responde con una voz robótica. “Puede dar perfectamente, clases. Puede ser un instrumento de aprendizaje muy importante”.

Barraza y su equipo integrado por jóvenes estudiantes actualmente trabajan para cargar programas de reconocimiento de objetos, además de la instalación de sensores para que pueda “sentir”.

Devorador de libros

Marcos Barraza explicó que Aristóteles puede leer un libro en un segundo. Después analiza las palabras más significativas del texto y transforma el libro en párrafos o fichas bibliográficas, las clasifica en clases con un valor diferente dependiendo del peso de las palabras.

Cuando alguien le pregunta sobre una clase, el androide ofrece la ficha o párrafo que tiene mayor relevancia sobre esa clase, explicó el ingeniero.

“Lo más importante es que comprenda lo que dices; queremos alimentarlo con lo mejor del conocimiento humano”.

Para Juan Alberto Vargas, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, la inteligencia artificial “podría ayudar a la gente en muchas cuestiones, por ejemplo, en el análisis de datos que para una persona tomaría mucho tiempo (…) podría hacerlo en cuestión de segundos”.

Parralense por adopción

Marcos Barraza contó que Alfredo Lozoya Santillán, alcalde de Parral, visitó el Fab Lab de Ciudad Juárez y le interesó crear uno en su municipio para impulsar la creatividad y desarrollo de tecnología entre los jóvenes. Aristóteles presentó el proyecto en el Tercer Informe de Gobierno a inicios de septiembre. En ese mismo evento, el alcalde entregó una carta que lo acredita como ciudadano parralense.

El centro estará habilitado con un área de carpintería, diseño e impresión 3D, corte con láser, maquinado, entre otras, para que los ciudadanos de Parral puedan desarrollar sus ideas y talento. Se impartirán más de 100 diferentes cursos en inteligencia artificial, robótica, carpintería, electrónica y diseño por computadora.

Barraza espera que en el Fab Lab de Parral, el proyecto Aristóteles avance mucho más, pues insistió en que se requiere del apoyo de un gran equipo para lograr que el robot consiga hacer movimientos, procese información o se equipe con tecnología de última generación.

En crecimiento

Aristóteles es un proyecto personal, reconoció Barraza, pues no han recibido apoyo de alguna institución externa, sin embargo, consideró que con el soporte del alcalde Lozoya Santillán, el proyecto puede tomar un nuevo rumbo.

El desarrollo de inteligencia artificial tiene mayor relevancia en Estados Unidos, después sigue China, país que invierte apenas el cinco por ciento. “México andará en el lugar 100, pero sí tú ves por nacionalidad las personas que están desarrollando inteligencia artificial en EU te encuentras con que la mayoría son mexicanos”.

Barraza reconoció que en México no hay apoyo suficiente para el desarrollo de inteligencia artificial, por eso muchos jóvenes emigran a EU en búsqueda de una oportunidad de trabajo que no encontrarían en su país. “No hay una sociedad que retenga, que reconozca el esfuerzo de la gente que necesita hacer matemáticas, física”.

Resaltó que el trabajo que ha desarrollado hasta ahora es para beneficio de niñas, niños y jóvenes mexicanos, por lo tanto requiere de información, idiosincrasia mexicana para que la interacción sea fluida y crezca como herramienta de aprendizaje.

“Si tienes una mente que tenga lo mejor del pensamiento de la humanidad y tú entrenas con esa mente (…) vas a tener un desarrollo impresionante”, finalizó.

Es así como Aristóteles se ha convertido en un robot único en su tipo en México, creación de un parralense comprometido con las ciencias, el conocimiento y desarrollo de tecnología para beneficio de las nuevas generaciones, en quienes busca sembrar la semilla de la filosofía con que trabaja el robot Aristoteles.

Con información de Alejandro Velasco

Publicidad
Enlaces patrocinados