Apps el nuevo aliado en busca  del ‘únicornio’
Foto: Cortesía

Colaboración
Inés Velasco
Directora de Sigma Solutions

Recuerdo aun cuando estaba haciendo planes para mi 2020, era diciembre y yo estaba muy entusiasmada porque pensaba que sería un año muy prometedor, a pesar de que las predicciones económicas no fueran tan alentadoras.

La mayoría de nosotros, al igual que el equipo de Sigma Solutions, teníamos planes para nuevos clientes, vacaciones, incrementar ventas, incluso los más organizados tenían planes para cada mes del año… de repente estamos en marzo cuando nos dicen que el coronavirus es oficialmente una pandemia. ¿El coronaque? ¿Pero eso está muy lejos no? Pobres chinos, que mal les está yendo. Ni idea de lo que nos esperaba.

Y llegó el casi toque de queda… los hijos en la casa, las actividades sociales canceladas, el papel sanitario escaso (nunca entendí la razón), nuestras vidas volteadas de cabeza. Los que nunca habían hecho home office aterrados viendo la computadora en medio de su sala, los incrédulos riéndose de los que traían cubrebocas, todos nos sentíamos como en el bosque de la china: López Gatell a que sí, luego que no, confundidos con mucho miedo por el inminente cambio. Sin olvidar, claro está, el e-commerce me hizo sentir a los repartidores de Mercado Libre como amigos entrañables y recibía su paquete con una sonrisa en la boca.

En medio de este caos que nos llegó en menos de 15 días, comencé a ver cómo mi trabajo en reclutamiento de talento para la industria de manufactura prácticamente se acabó, en un abrir y cerrar de ojos.
La industria estaba paralizada. Algunas empresas dejaron de contratar, se comenzaron a hacer despidos y convenios al por mayor y la incertidumbre crecía conforme avanzaban los días. Todos pasamos de la incredulidad al asombro y finalmente a entender que la vida como la conocíamos había cambiado si no para siempre, por un muy buen rato.

Es cuando el departamento de Recursos Humanos pasó de ser muy importante en las organizaciones a ser completamente esencial. Había que apoyar a la gente, guiarla y comunicar cómo iban a ser la “nueva normalidad” en estos tiempos de incertidumbre. En lo personal, como CEO de Sigma Solutions, era mi deber comunicar a mis colaboradores que estábamos juntos en esta situación, sin precedentes y que la empresa los iba a apoyar hasta las últimas consecuencias.

La buena noticia es que no todas las empresas habían entrado en crisis ni dejaron de contratar, al contrario, las empresas esenciales necesitaban más gente que nunca: los puestos en logística, mercadotecnia, medicina y todos aquellos que de repente fueron de primera necesidad en las filas de las contrataciones.

En Sigma Solutions comenzamos a apoyar con reclutamiento de personal administrativo para empresas de transporte, alimenticias y de seguros entre otras. Nuestro nicho de mercado comenzó a ampliarse con la pandemia.

“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni las más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.Charles Darwin

¿Pero, me preguntaba yo, cómo vamos a hacer reclutamiento y selección de personal? ¿Cómo entrevistar a distancia cuando la entrevista es como un “date” para ver si la empresa y el candidato hacen el matrimonio perfecto? Había que empezar a hacer los ajustes para hacer el balance entre seguridad personal y resultados confiables.

Buscamos apps, softwares y tantos otros apoyos para comunicar a distancia (que estaban disponibles desde hace años pero que no todo el mundo utilizaba), que algunos se vieron forzados a descubrir y adaptarse a ellos.

Zoom, Skype, hangouts, google meet, hasta un Blue Jeans comenzaron a derribar las fronteras de lugar y tiempo. En Sigma abrazamos estas herramientas digitales porque entendimos que era lo mejor para la seguridad de nuestros candidatos y colaboradores. Además de que, una vez pasada la curva de aprendizaje, pudimos ver las ventajas en lo referente a eficiencia y rapidez en los procesos de reclutamiento.

Los candidatos entonces tuvieron que investigar cómo utilizar la plataforma donde los iban a entrevistar en vez de buscar la dirección de la empresa. Para ello desarrollamos instrucciones para apoyarlos, desde consejos tan sencillos como utilizar un cable de ethernet para asegurar que no se fuera la señal, hasta la iluminación ideal para que su cara no se viera escondida entre las sombras.

A su vez, el equipo de trabajo en Sigma tuvo que asegurarse que los hijos (o el perro, gato, lo que aplicara) no entraran a nuestro recinto de paz para asegurar una entrevista de calidad. Los clientes comenzaron a hacer ofertas de trabajo por hangouts, de repente ya todas las generaciones entramos en la era digital, algunos voluntariamente a fuerzas, otros con más ímpetu viendo las ventajas de la comunicación a distancia.

También comenzaron a cambiar los horarios de trabajo, el memo al jefe seguido de meter la carga a la lavadora, la junta con los gerentes mientras el niño jugaba a tus pies… comenzamos a disfrutar las mieles de levantarnos y hacer un minuto en llegar al trabajo, sin tener que maquillarnos y peinarnos en el camino … pero también sufrimos lo que era una interminable jornada de trabajo de sol a sol, sin el compañero de trabajo sentándose un ratito en nuestro escritorio mientras saboreamos el café junto con el chisme del día.

Llegó abril, la economía parecía que se había detenido, las calles semi-desiertas como en las películas de catástrofes hollywoodenses. Hasta parecía que nuestra respiración se había detenido junto con nuestro ritmo de vida, era como estar flotando en el limbo. En Sigma comenzamos un proyecto para apoyar a las personas desempleadas ayudándoles con la optimización de su CV para ampliar las oportunidades de conseguir entrevistas. Recuerdo un día que estaba dando esta asesoría gratuita cuando pasó el señor de los elotes afuera de mi casa… bueno, por lo menos él sí seguía trabajando.

En mayo… poco a poco empezó a haber pocas vacantes y yo me compré muy feliz una silla para mejorar mi lugar de trabajo, sin sentir que me salió una hernia en la espalda por pasar ocho horas en la búsqueda de ese unicornio que era el candidato ideal. (Para la jerga de los reclutadores, un unicornio es un candidato que cumple con TODAS las características que el cliente necesita, e incluso a veces con las necesidades de dos perfiles en un solo puesto).

Imagen
Inés Velasco / Directora de Sigma Solutions

Me hice toda una master de zoom, enviando a diestra y siniestra invitaciones para entrevistas y tratando de leer al candidato detrás de una pantalla plana. A pesar de no poder ver sus movimientos corporales completos, si saludaban o no de mano o si ponían la bolsa en las piernas a la defensiva, pude ver otra perspectiva porque me abrieron la puerta de sus hogares, conocí su recamara, sus hijos, su perro, su espacio personal… fue una experiencia enriquecedora.

Entramos a junio, y me dijeron “tienes que brindar contenido de valor a tus clientes y candidatos, la mejor manera es a través de las redes sociales y medios digitales”, ahí estoy yo, ensayando horas y horas (donde la cámara y yo pasamos del odio al amor y de regreso) para poder lograr un video de 2 minutos donde pudiera dar un buen consejo acerca de cómo lograr trabajar desde casa sin morir en el intento.

Julio no fue la excepción, nos dijeron que ya estábamos en semáforo naranja, que ya podíamos ir a las oficinas con cautela. Y continúe con las entrevistas, combinando zoom con entrevistas presenciales entre mascarillas, geles antibacteriales y plexiglás. Creo que prefiero la calidez de las entrevistas remotas… qué paradoja.

Y aquí estamos en agosto, con las contrataciones a la orden del día y el movimiento de cientos de candidatos buscando una oportunidad. Como dice el refrán: “A río revuelto, ganancia de pescadores”, las empresas que están contratando tienen la ventaja de contar con buenos candidatos desempleados en el mercado laboral por causa de la pandemia.

Haciendo un alto en el camino, ya un poco más acostumbrada después de 5 meses de tener a las bendiciones en casa, saliendo al súper como si fuera de cacería y haciendo mi trabajo desde la “tranquilidad” de mi hogar me pregunto: ¿Qué he aprendido en este tiempo? He aprendido a ser más flexible, a reinventarme y entender que lo único constante es el cambio.

Es por ello que en Sigma abrazamos la innovación, entendimos que cuando hay un equipo sólido de colaboradores trabajando con el fin de brindar un servicio de calidad para nuestros clientes y candidatos a través de nuevos procesos de reclutamiento que llegaron para quedarse. Misma calidad y profesionalismo, diferentes herramientas de trabajo.

Termino mis memorias de pandemia inconclusas (al momento no se ha descubierto la vacuna) citando a Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni las más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.

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