Del 18 al 20 de octubre hice un recorrido por Baja California presentando mi libro más reciente Tensiones en el Ejército. Diálogo con altos mandos (Cal y Arena, México, 2024). El prólogo es de Rubén Moreira Valdez.
Tuve reuniones en Mexicali, Tecate, Ensenada, Tijuana y Rosarito. Las preguntas que mi hicieron y los planteamientos que ahí se expresaron no son producto de un estudio de opinión.
Considero, con todo, que sí dan una idea de lo que se piensa en otros estados y ciudades del país. De entrada, decir que en la ciudadanía hay angustia generada por el miedo.
En todas las reuniones una de las preguntas que me hicieron fue si no tenía miedo en publicar un libro sobre el Ejército. Se asume que decir algo crítico a las instituciones del Estado implica necesariamente inseguridad para quien las hace.
De antemano se piensa que el Ejército puede decidir actuar en contra de quien los ha criticado. Incluso se da por hecho. En una sociedad realmente democrática no habría lugar a esta pregunta.
Académicos que ya habían leído el libro me dijeron que reconocían que el contenido planteaba temas con relación al Ejército que nunca se habían tratado. Al terminar siempre me dijeron “cuídate”.
En todos los casos respondí que sí tenía miedo, pero que siempre, desde muy joven, he dicho lo que pienso y que nunca me he autocensurado. Y que confiaba en la institucionalidad y madurez política del Ejército.
Un comentario común en todas las presentaciones, siempre en voz de algún periodista o activista social fue que había miedo a expresarse libremente.
Se tiene miedo a los grupos del crimen organizado, que se extienden por todo el estado. Hay evidencias de que ha eliminado a periodistas y activistas sociales.
Hay también miedo a las autoridades estatales y municipales todas de Morena. Se dice que la gobernadora y los presidentes municipales reaccionan violentamente ante toda crítica, que se expresa de muy diversas maneras.
Es evidente, me dicen, que los grupos del crimen organizado tienen cada vez más control sobre el territorio. Ante esta realidad las autoridades federales, estatales y municipales no hacen nada.
El miedo y la angustia que este causa han permeado a la sociedad mexicana. En el país se vive con miedo, aunque en algunos estados más que en otros. Es una de las nuevas realidades de la cultura mexicana.
Y si sigue la misma estrategia de seguridad que cede espacios del territorio a los grupos del crimen organizado y las autoridades de Morena reaccionan violentamente a toda crítica, la angustia y el miedo se van a incrementar.
La primera página de la edición internacional del 10 de octubre de The New York Times, la nota principal que es sobre Sinaloa se titula "Un estado paralizado por el miedo" (A state paralyzed by fear). El país camina a la paralización producto del miedo.
@RubenAguilar
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