Con los cambios que se están anunciando dentro de las facultades del Servicio de Administración Tributaria (SAT), las cuales podrán congelar cuentas de los contribuyentes de quienes se presuma que cometieron alguna irregularidad a la ley fiscal, por mínima que sea, comenzaron a cobrar víctimas, se trata del cantante Enrique Guzmán, quien por medio de su cuenta de Twitter denunció que el (SAT) le congeló todas sus cuentas bancarias, por lo que en este momento no tiene acceso a sus recursos. Según el artista, ni siquiera sabe la razón por la cual se tomó esa decisión, incluso solicita que se le informe si existe alguna omisión en su declaración de impuestos para resolverlo inmediatamente.

También Guzmán le reclamó, por medio de un mensaje, al presidente Andrés Manuel López Obrador, el despojarlo de su patrimonio, el cual es producto del trabajo de toda su vida.

Y eso que todavía no entran en vigor los cambios a la ley fiscal, los cuales, según expertos en la materia, tendrán muy fiscalizados a todos los ciudadanos que estén dados de alta ante Hacienda, pues con el cuento de que van a combatir la evasión fiscal, van a gozar de facultades que de plano pueden acabar con muy diversos negocios, pues con la simple presunción de irregularidad o vínculo con factureras o empresas fantasma, sea voluntaria o involuntariamente, les pueden suspender sus actividades, esto es, que no podrá tener acceso a sus recursos, pero tampoco a pagar empleados, si es que los tienen, ni podrán emitir factura alguna o cobrar, por los servicios o productos ya entregados y que estén pendientes de liquidar y todo, mientras se aclara que no se tiene nada que ver con el asunto, y la duración aproximada para solventar tales dudas es de tres semanas, lo que acabaría con muchas pequeñas y medianas empresas y por consiguiente con cientos de empleos, pues no hay trabajador que aguante tres semanas sin recibir su pago correspondiente.

Y el caso de Enrique Guzmán ejemplifica perfectamente esta nueva embestida del SAT contra los contribuyentes cautivos, puesto que quienes no están en Hacienda pero tienen sus negocios al margen de la autoridad, no tienen ningún problema, ya que para la autoridad, simplemente no existen al estar fuera de su padrón de contribuyentes, desde micro, esto es, dueños de tienditas de abarrotes, por poner un ejemplo, hasta las grandes compañías mismas que brindan trabajo, a prácticamente toda la población, por lo que se nota que los legisladores de Morena, no están midiendo los alcances de tales decisiones, como todas las que se están tomando por esta la supuesta, Cuarta Transformación.

Así que por las vísperas se conocen los santos, porque si en este momento ya se pueden congelar las cuentas de un contribuyente dejándolo inoperante para realizar cualquier movimiento y sin darle a conocer cuál fue la omisión que lo puso en esa posición, ya podremos imaginar la cacería de brujas que se va a desatar a partir de que el SAT tenga sus nuevas facultades ya en activo, pero lo que más molesta es que quien se mantiene al margen de la ley, es decir, en la clandestinidad, sin tener ninguna obligación de pagar impuestos, puede seguir así y no se les va a obligar a ingresar a la legalidad, pues no hay reformas en ese sentido. Simplemente continuarán con sus campañas de invitación para que voluntariamente se vayan acercando a las oficinas de Hacienda. Pero viendo como están las cosas difícilmente alguien va a querer entrarle y darse de alta con todo lo que ello implica, esto es las obligaciones y la presión de que con el mas mínimo error las represalias serán sumamente fuertes, como en el caso de Enrique Guzmán a quien el SAT tiene contra la pared, y lo pero, sin saber ni porqué y esa no es la idea…

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