Ciudad Juárez.– En 1920, Estados Unidos decretó la Prohibición radical de todo tipo de alcohol (cerveza, vino, destilados de alta graduación...), con ciertas excepciones, como el vino litúrgico de curas católicos y rabinos judíos. Andrew J. Volstead fue el senador republicano por Minnesota que promovió el Acta de Prohibición, la ley que implementó la 18va enmienda a la Constitución, es por ello que también se le conoció como la Ley Volstead.
La nueva ley se convirtió en un problema geopolítico, pues Estados Unidos estaba rodeado de productores de bebidas alcohólicas. Canadá (whiskeys), las islas caribeñas bajo dominio británico, de Jamaica a Barbados (ron), las Bahamas eran un punto de contrabando junto a Cuba y las islas francesas y holandesas del Caribe.
En México, al otro lado del río Bravo, se fabricaba tequila y mezcal, pero en Ciudad Juárez surgió la primera y más importante fábrica de whiskey [1] en el país.
Estas políticas de prohibición trajeron la oportunidad del auge económico en la frontera que ocasionó la proliferación de establecimientos dedicados a la producción y distribución de licores, hoteles, locales comerciales, atrayendo prosperidad a la ciudad y a algunos de sus pobladores.
El whiskey juarense
La historia de Juárez Whiskey Straight American se encuentra dentro de un edificio que aún prevalece en la mancha urbana, la fábrica D.M. Distillery Co. S.A., cuyo propietario fue Julián Gómez, lugar donde se elaboraba y almacenaba el famoso whiskey juarense.
Hoy las bodegas muestran signos de deterioro, está casi en ruinas, al igual que las calderas, aunque el edificio que albergaba las oficinas permanece en pie, resguardando muebles, utensilios, máquinas y artículos de publicidad de aquella época.
Para llegar a este lugar es necesario ingresar por el eje vial Juan Gabriel, atravesar las vías del ferrocarril y tomar una calle, que en tiempos pasados unía a las colonias El Barreal y La Chaveña. En el catálogo de Obras de Valor Histórico del IMIP la ubicación exacta es la calle Ramón Alcázar y calle Partido Lerdo Ojinaga.
En un recorrido muy restringido por la fábrica, el historiador José Luis Hernández Caudillo nos invitó a conocer más de cerca este edificio.
En la ciudad de Kentucky fue donde iniciaron estas franquicias John Levy y FC Mckey. Cuando se da la Prohibición enviaron a un grupo de especialistas con la misión de establecer fábricas en toda la frontera con México, desde el Golfo hasta el Pacífico. Tras varios estudios, la única ciudad que cumplía con todos los requisitos era Juárez, por su clima ideal para el añejamiento de la bebida, por lo que se ordenó la construcción de la fábrica de inmediato, así lo resume Castillo.
“En 1920 comenzó la ley seca en todo Estados Unidos. En 1921, la destilería y la cervecería Cruz Blanca solicitaron al gobierno municipal un permiso para construir sus fábricas, que iniciaron operaciones en 1924. Sin embargo, durante 1926 y 1927, debido a una sequía, el gobierno municipal obligó a estas empresas a suministrar agua a la población, ya que eran los únicos lugares con un pozo”, dijo el historiador.
Según archivos históricos, Gómez fue dueño del Café Lobby y otros negocios de gran prestigio, razón por la cual Levy y Mickey lo invitaron como socio. Siete años después, Gómez compró las acciones de los dos estadunidenses, quedando como dueño único de la fábrica.
Por otra parte, el señor Gustavo Guzmán Márquez, de 68 años, quien cuida este lugar, compartió algunos anécdotas entre las viejas máquinas de vapor. “Yo fui químico práctico. No estudié, pero aquí trabajó mi abuelo y mi papá. Mi abuelo enseñó a mi papá y mi papá me enseñó a mí. Yo venía aquí de chiquillo. Mi papá me explicó cómo era el proceso, dónde pasaban los principales ingredientes que era una mezcla de maíz, trigo, malta y centeno, por diferentes contenedores, todo a base de vapor. Primero pasaba por las calderas, luego se pasaba a unos tambores gigantescos donde se preparaba una graduación alcohólica para el consumo humano”. La famosa marca Juárez Straight American añejaba su producto 6, 8 y 16 años, de acuerdo con datos históricos del IMIP.
“Esos tambores tenían dentro carbón para darles color. Ahí entraba el agua ardiente y ya salía con su color. Después se pasaba a una barrica y se pesaba. El whiskey no lo hace nadie, el whiskey lo hace el tiempo. Ya en las barricas en el patio, las colocaban entre un mes al sol y se tenían que dar vueltas y después se almacenaba en las bodegas. Mi papá, con el puro olor, ya sabía que estaba bueno, después se ponía en la botella y se encorchaba, esta máquina llevaba una bandita y se sellaba la etiqueta. Todo el proceso era a base de vapor, el agua y todo se calentaba a puro vapor, esa era la diferencia que decía la gente que el whiskey sabía más bueno que los demás”.
Otro punto histórico relacionado a esta destilería se encuentra en la avenida Francisco Villa, es un edificio que servía de bodega de La Casa Gómez Almacén de Vinos y Licores importados, y a principios de 1950 fueron las oficinas de D.M. Distillery Co., S.A. la más grande e importante fábrica de whiskey que haya existido en México, el diseño de la fachada fue desarrollado por el pintor, maestro y escenógrafo español Pedro Calvo.
Tanto el cuidador, el señor Guzmán, como el historiador, consideran que sería bueno hacer un museo y poco a poco, ir reconstruyendo el lugar.
[1] Con información de: Enric Ucelay. Ley seca: Era de la prohibición Estados Unidos / National Geographic (16/feb/2020)