Ciudad Juárez.- Ante la instalación del campamento improvisado en las laderas del río Bravo en el lado estadunidense, así como la agresión ocurrida por elementos de la Guardia Nacional Texana y la Policía Estatal de Texas el pasado viernes en contra de personas en condición de movilidad, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) manifestó que el contexto dificulta el acompañamiento para garantizar sus derechos humanos.

La frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas ha vuelto a ser escenario de eventos colaterales del contexto de movilidad humana por el que cientos de personas, en su mayoría originarios de países como Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Colombia, continúan arribando para cruzar a los Estados Unidos.

Aún a principios de la semana pasada la entrada o no en vigor de la ley de inmigración propuesta por el gobernador de Texas Greg Abbott, mantenía la expectativa de lo que pasaría con las personas indocumentadas que residen o van llegando a dicha entidad de los Estados Unidos (EU), y que el martes 19 un tribunal federal bloqueó la medida que pretendía el arresto de migrantes sospechosos de haber ingresado de forma ilegal al país.

El día miércoles se instaló un campamento improvisado junto al río Bravo, con familias y adultos que buscaban ser recibidos por la Patrulla Fronteriza, sin embargo, entre el jueves y viernes, luego de un par de intentos por derribar el alambrado de púas en los alrededores del muro fronterizo a la altura de la llamada “puerta 36”, la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Texas protagonizaron un enfrentamiento con el tumulto de migrantes, disparando balas de goma e hiriendo a algunos.

Al respecto Eduardo Sáenz Frías, visitador titular de la CEDH en Ciudad Juárez resaltó que la petición y el comportamiento de las personas en contexto de movilidad se ha orientado a tener transito libre por el territorio mexicano para llegar a la frontera sur de EU, por lo que los mecanismos regulares de protección y de ayuda humanitaria.

“Es una situación muy difícil, que lamentablemente son escenas duras y lamentables las que están sucediendo porque no ha habido una solución integral al problema. Solo ha ido teniendo pequeños cambios, sujetos a la situación del momento (…) es muy complicado porque no deja de ser una cuestión de vulneración a los derechos humanos de todas estas personas. Lo que sucedió no es un hecho único, son una serie de actos desde que salen de su país de origen hasta que llegan a este lugar”, manifestó el visitador.

Dijo que han ocurrido solicitudes de auxilio a la CEDH por parte de personas en contexto de movilidad que se encuentran en territorio estadunidense, por lo que la intervención no es posible al ya encontrarse en el extranjero.

“Nosotros les decíamos que en México se está aportando ayuda con espacios humanitarios para poder ayudarlos, pero no se puede ir con ellos, porque están en el extranjero y no hay competencia. Si están en el lado mexicano estamos en posibilidad de canalizarlos a un espacio humanitario tratando de salvaguardar la seguridad de ellos y su familia”, apuntó Sáenz Frías.

Destacó que entre de las dificultades que hay en Ciudad Juárez surgen a partir de que las políticas de Estados Unidos que restringen o determinan las formas para regular la movilidad, por lo que las personas quedan varadas en su intento de llegar al país del norte sin lograr obtener una cita por la aplicación de CBP-One y en la desesperación se dirigen a los limites territoriales con la idea de agilizar su proceso.

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