¿Cómo afectará la segunda era Trump a Ciudad Juárez?
Foto: Associated Press

Ciudad Juárez.- A menos de tres días de que inicie la segunda presidencia de Donald Trump, Ciudad Juárez todavía tiene presente la incertidumbre por el regreso del empresario al poder.

Hay muchos signos de interrogación, desde el dólar, pasando por temas de migración, hasta los asuntos relativos a la seguridad binacional.

El cambio más obvio ya se vio desde el 6 de noviembre, ni siquiera 24 horas tras la victoria del neoyorquino sobre Kamala Harris: el precio del dólar.

Sube, sube y subió

La primera subida del billete verde la dio en la mañana del 6 de noviembre, pues amaneció casi un peso más caro a la compra, pasando de los 19.90 pesos a los 20.80. Desde entonces, los billetes del Tío Sam bajaron de las dos decenas en solo una ocasión: el 7 de noviembre cuando cerraron su costo en 19.79.

Aunado a los enormes brincos, para quienes se dedican a la venta de divisas, está presente también el no saber qué tan lejos puede llegar el precio del dólar americano una vez pasando el lunes 20 de enero.

“Sí hay mucha expectativa. Hay mucho nerviosismo. Es normal en estas circunstancias con la entrada del nuevo gobierno de Estados Unidos, porque se han mencionado muchas nuevas políticas que nos pueden traer afectaciones”, explica el vicepresidente del área de la sección especializada en centros cambiarios de la Cámara Nacional de Comercio, Ricardo García.

Pese al pánico causado y a las implicaciones que esto puede traer para la economía de los juarenses del otro lado de la frontera, para los expertos en la materia, el ascenso ya no tiene otra opción más que ir a la baja para estabilizarse. Es por este motivo que no se esperan más sobresaltos en la moneda.

“La incertidumbre que se vive ahorita no es de hoy, es desde el martes del día de la elección, ahí está y no ha sido menor. De ahí para abajo vamos a tener que ver los efectos reales de las políticas de Trump. Ahí puede haber muchas menos incidencias negativas, pueden resultar ser muchas menos deportaciones, por ejemplo, quizás no haya aranceles o, a lo mejor se aplican nada más algunos de los aranceles”, explica Alejandro Sandoval, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

El tema de las deportaciones es precisamente otra de las muchas cuestiones que se plantean los tres órdenes de gobierno ante un Trump que ha prometido, y hasta amenazado con triplicar la cifra de 30 mil deportaciones mensuales de la era Biden-Harris.

No hay dónde ponerlos

Si bien Juárez no recibiría a los 90 mil indocumentados que pretende expulsar el 47mo presidente de los Estados Unidos, sí se verían obligados a recibir a un número mucho más alto de rechazados, tan altos como los de 2021, cuando se vieron caminar por estas calles a ciudadanos de países tan alejados como Kenia y Ucrania. Estos últimos sí recibieron visas humanitarias por el conflicto armado en Ucrania.

Dicha situación tiene en alerta a la iglesia católica y a la Diócesis de Ciudad Juárez, estando preparados para cualquier crisis desde finales del año pasado.

“Sepan que por parte de las iglesias estamos atentos para acogerlos en distintos albergues: tanto en la sociedad civil como en otras iglesias y en la Casa del Migrante en nuestro caso. A los migrantes les pedimos paciencia, porque eso les puede ocasionar un conflicto. Eviten confrontamientos con las autoridades, eviten las angustias y les pido que busquen buena información”, decía en diciembre el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos.

De volver a repuntar la cantidad de retornados, el Gobierno Municipal podría verse obligado a reabrir el albergue Enrique “Kiki” Romero, mismo que ya no trabaja como tal desde el 7 de diciembre.

En el caso del Estado, están disponibles el albergue Nohemí Álvarez Quillay, y el Centro para el Menor Migrante, pero podría volver a ocupar la guardería “Juntos por los niños” como lugar de refugio para familias completas, tal y como lo hizo en 2023. De igual manera, se propuso el lugar conocido como “El Punto” como posible lugar para otro recinto más.

Tanto la iglesia, como la sociedad civil y las autoridades gubernamentales insisten en seguir utilizando medidas como la aplicación de CBP One para procurar un ingreso legal a la unión americana.

Sin embargo, a horas de que Trump asuma el cargo ejecutivo, la continuación de la medida podría volver a saturar los puertos fronterizos causando cierres.

Los puentes fronterizos

Todavía sin el cambio de mandato, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) retomaron los simulacros de seguridad desde semanas atrás, cerrando los puentes de manera momentánea (Particularmente el Libre y Santa Fe), retrasando los viajes de quienes circulan por los carriles convencionales para visas de turista.

Con capacidad para atender 600 citas diarias, pero con los migrantes todavía haciendo caso a falsas alarmas y a desinformación, uno de los temores para los próximos días es que los migrantes se aglomeren en cualquiera de los puertos terrestres.

Pese a esto, a ojos del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS), una nueva catástrofe de este tipo es prácticamente imposible.

“No creemos que pueda pasar porque los trámites y la aplicación de CBP One está diseñada para atender únicamente a 600 personas por día. Tampoco podemos especular sobre el futuro de los programas de migración, porque todas las medidas que siguen van a depender de la próxima administración”, dice Luis Miranda, subsecretario del DHS.

En el caso particular del carril de carga en el Puente Internacional Córdova-Américas, la decisión final y la última firma para hacer oficial la remoción del mismo dependerá del mencionado mandatario.

Los Polleros

La situación parece ser más clara respecto a los temas relativos a la seguridad binacional. Las autoridades americanas salientes esperan un cambio en el modo de operar de los traficantes de personas conocidos como “polleros”.

Si bien, Trump es uno de los factores que llevarán al cambio, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) precisó para Netoticias.mx que los ajustes son constantes y suelen ser provocados por situaciones como la del próximo lunes.

“Los traficantes de personas siempre cambian su manera de operar. Cuando nosotros cerramos una puerta, ellos abren otra. La llegada del nuevo presidente (Donald Trump) sí puede ocasionar estos cambios, pero son cosas que siempre están sucediendo. Cuando nosotros enfocamos nuestros esfuerzos en una zona, ellos pasan por otra”, expresó para Ian Martínez Hanna, director de la Operación Conjunta del DOJ.

A falta de precisar muchas cosas y sin aceptar el plan de transición del Administración de Servicios Generales de los Estados Unidos (GSA), también pendería de un hilo el futuro del programa conjunto “Se Busca Información” el cual une la fuerza e inteligencia de CBP y la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.

Con estas preguntas sin responder, todo lo demás dependerá de lo que suceda el lunes después de las 10:00 de la mañana hora de esta frontera.

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