Ciudad Juárez.- Utilizar el periférico Camino Real, que conecta el bulevar Ing. Bernardo Norzagaray con la carretera a Casas Grandes, puede ser una opción para evitar cruzar la ciudad o disfrutar de los paisajes de la Sierra de Juárez y la frontera desde lo alto, sin embargo, esta vialidad puede ser muy peligrosa cuando cae la noche.

Durante el día, uno puede encontrarse con vados, curvas y muros de concreto atravesados, los cuales son fáciles de divisar y rodear, en cambio, durante la noche es difícil observar qué hay en el camino, ya que el periférico carece de alumbrado público y señalización.

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Gabriel Barraza

Tras un recorrido de Netnoticias por dicha vialidad, se pudo observar las condiciones del Camino Real, las cuales se han deteriorado con los accidentes viales y el abuso de la gente, que ha robado el cableado de los postes de alumbrado.

Pedradas y volcaduras

La oscuridad de la noche da pie a que entre las penumbras, los autos y camiones, se vuelvan un blanco fácil de algunos, quienes suben a lo alto de las pendientes, puentes o miradores para arrojar piedras a las unidades que por ahí transitan, convirtiendo el camino en un sendero de peligro.

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A través de grupos de accidentes y alertas viales de redes sociales es común ver publicaciones en las que se alertan a los ciudadanos sobre la agresión con piedras desde puentes o barrancos, tanto en el Camino Real como en el viaducto Gustavo Díaz Ordaz.

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La vialidad tiene 15 años y son casi 24 kilómetros que abarcan de norte a sur, la zona oeste de la ciudad, se conecta con la carretera Casas Grandes, el bulevar Independencia, el bulevar Juan Pablo II y el Norzagary. Por el momento las autoridades no contemplan un proyecto de mejoras a gran escala, por lo que el riesgo sigue latente para conductores y peatones.

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