Washington.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos prepara cargos penales en relación con un ciberataque iraní perpetrado contra la campaña presidencial de Donald Trump en un intento por influir en el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre, dijeron el jueves dos personas al tanto del asunto.
De momento se desconoce cuándo se darán a conocer los cargos o contra quién serán, pero son el resultado de una investigación del FBI en torno a una incursión que investigadores de varias agencias vincularon rápidamente a un esfuerzo iraní para influenciar la política estadounidense.
La perspectiva de cargos penales se produce mientras el Departamento de Justicia alertó sobre los esfuerzos agresivos de países como Rusia e Irán para interferir en las elecciones presidenciales entre Trump y la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, incluidos hackeos y campañas encubiertas en redes sociales diseñadas para cambiar la opinión pública.
Irán “está haciendo un mayor esfuerzo por influenciar las elecciones de este año de lo que lo ha hecho en ciclos electorales anteriores y la actividad iraní está siendo cada vez más agresiva de cara a las elecciones”, dijo el fiscal general adjunto, Matthew Olsen, el principal funcionario de seguridad nacional del Departamento de Justicia, en un discurso el jueves en la ciudad de Nueva York.
“Irán considera que las elecciones de este año tienen un impacto particularmente trascendental en los intereses de seguridad nacional de su país, lo que aumenta la inclinación de Teherán por tratar de influir en el resultado”, añadió.
El equipo de campaña de Trump dio a conocer el 10 de agosto que había sido víctima de un hackeo y señaló que actores iraníes habían robado y distribuido documentos internos confidenciales. Por lo menos tres medios de comunicación —Politico, The New York Times y The Washington Post— recibieron filtraciones de material confidencial del interior de la campaña de Trump. Hasta ahora, cada uno se ha negado a revelar detalles sobre lo que recibió.
Politico informó que el 22 de julio empezó a recibir correos electrónicos de una cuenta anónima. La fuente —una cuenta de correo electrónico de AOL identificada sólo como “Robert”— transmitió lo que parecía ser un expediente de investigación que la campaña aparentemente había elaborado sobre el candidato republicano a la vicepresidencia, el senador de Ohio JD Vance. El documento tenía fecha del 23 de febrero, casi cinco meses antes de que Trump eligiera a Vance como su compañero de fórmula.
El FBI, la oficina del Director de Inteligencia Nacional y la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de Infraestructura culparon posteriormente a Irán de ese hackeo, así como de un intento de vulnerar la campaña de Joe Biden y Kamala Harris.