Palm Beach.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, añadió el viernes a los 27 países que conforman la Unión Europea a la lista de socios comerciales a los que amenaza con aranceles, a menos que el bloque europeo importe más bienes estadunidenses.
“Le dije a la Unión Europea que debe compensar su enorme déficit con Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas”, publicó Trump poco después de la 1:00 de la mañana en redes sociales. “De lo contrario se impondrán aranceles”.
En 2023, el déficit comercial de Estados Unidos con la UE en bienes fue de 209 mil millones de dólares, según la Oficina del Censo de Estados Unidos. Estados Unidos reportó 576 mil millones de dólares en importaciones desde Europa y 367 mil millones de dólares en exportaciones a la UE.
El equipo de transición de Trump no respondió a preguntas que buscaban mayor claridad sobre el mensaje, que a pesar de su contundencia fue poco claro sobre los próximos pasos.
Cuando Trump amenazó a Canadá y México con aranceles del 25 por ciento en noviembre, los líderes de ambos países hablaron con él para intentar resolver cualquier tensión. Pero la UE carece de una figura única que pueda hacer los compromisos de compra de gas natural y petróleo en nombre de sus 27 Estados miembros que Trump está buscando.
El vocero de la Comisión Europea, Olof Gill, dijo tras la publicación de Trump que “estamos listos para discutir con el presidente electo Trump cómo podemos fortalecer aún más una relación que ya es fuerte, lo cual incluye una discusión sobre nuestros intereses comunes en el sector energético”.
Gill señaló que la UE ya está “comprometida a eliminar las importaciones de energía de Rusia y diversificar nuestras fuentes de suministro. No vamos a entrar en detalles sobre lo que eso podría implicar en el futuro, dado que la nueva administración ni siquiera ha tomado posesión todavía”.
Scott Lincicome, vicepresidente del centro de estudios libertario Cato Institute, con sede en Washington D.C., dijo que era difícil interpretar lo que Trump estaba tratando de decir con respecto al comercio europeo, dado que las exportaciones de gas natural a Europa ya han aumentado desde la invasión de Rusia a Ucrania en 2022.
“Podemos atribuir todo esto al hecho de que Trump está sentando las bases para futuras negociaciones”, dijo Lincicome. “Esto es, para bien o para mal, mucho de lo que vamos a ver en los próximos cuatro años”.
Aunque hay un déficit comercial de 209 mil millones de dólares entre Estados Unidos y la UE, la relación comercial entre ambos es mucho más compleja. Una empresa como el fabricante automotriz alemán BMW puede importar las piezas necesarias para ensamblar vehículos en su fábrica en Carolina del Sur, de modo que las cifras comerciales también reflejan el flujo de bienes en las empresas europeas que emplean a trabajadores estadounidenses.
Más de la mitad del gas natural licuado (GNL) importado por la UE y el Reino Unido en 2023 provino de Estados Unidos, según la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). El volumen de GNL que Estados Unidos exporta a la UE y al Reino Unido se ha triplicado desde 2021.
El martes, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, emitió una declaración basada en un nuevo estudio que indica que las exportaciones sin restricciones de GNL podrían aumentar los precios a nivel nacional y aumentar las emisiones de carbono. Trump se postuló para presidente con la idea de que el aumento de la producción de petróleo y gas natural reduciría los costos para los votantes estadounidenses que se sintieron frustrados por un incremento inflacionario en 2022 que aún persiste.
Las exigencias de Trump a la UE de que importe más petróleo y GNL estadounidense no son particularmente nuevas. También las hizo durante su primer mandato como presidente y en 2018 alcanzó un acuerdo con Jean-Claude Juncker, entonces presidente de la Comisión Europea, para vender más GNL a Europa.
El problema con ese acuerdo, como señaló el Centro Kleinman de Política Energética de la Universidad de Pensilvania, es que Estados Unidos “no puede obligar a las empresas a enviar productos a una región o país específico” y la UE no puede obligar a sus miembros a comprar combustibles fósiles estadounidenses.