Washington.- Las detenciones por cruces ilegales de la frontera sur de Estados Unidos aumentaron ligeramente en agosto, informaron autoridades el lunes, lo cual pone fin a una racha de cinco meses de declives.
La Patrulla Fronteriza realizó 58 mil 38 detenciones en la frontera con México en agosto, una cifra que ronda los niveles más bajos en casi cuatro años, pero que representa un aumento del 2.9 por ciento respecto a los 56 mil 399 arrestos de julio, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés). El total coincide con los estimados preliminares.
Troy Miller, comisionado interino de la CBP, indicó que las restricciones que se implementaron desde junio para suspender las concesiones de asilo una vez que el número de ingresos ilegales rebase cierto umbral demuestra que el gobierno “cumplirá con las estrictas consecuencias por los ingresos ilegales”.
Un declive frente a los máximos históricos de 250 mil detenciones en diciembre pasado (en parte gracias a un mayor control de la inmigración por parte de las autoridades mexicanas dentro de su territorio) es una excelente noticia para el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, en un momento en que intentan repeler las acusaciones de los republicanos de que permitieron que la situación en la frontera se saliera de control.
“El gobierno Biden-Harris ha tomado acciones efectivas, y las autoridades republicanas siguen sin hacer nada”, dijo Angelo Fernández Hernández, portavoz de la Casa Blanca.
Muchos republicanos han criticado a Biden por implementar vías nuevas y ampliadas para ingresar de forma legal al país, las cuales dicen que son una “fachada” para reducir el número de cruces fronterizos ilegales.
Unas 44 mil 700 personas entraron legalmente al país desde México durante agosto mediante citas a través de la app CBP One, para un total de 813 mil desde que se implementó el uso de la aplicación en enero de 2023. Además, cerca de 530 mil personas procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han ingresado a Estados Unidos de forma legal al entrar por vía aérea, presentar una solicitud en internet y contar con un patrocinador financiero.
San Diego fue, una vez más, el corredor de mayor actividad para cruces ilegales, seguido de cerca por El Paso, Texas, y Tucson, Arizona.