Chihuahua- En medio del cansancio, la desvelada y por qué no, hasta la resaca, decenas de integrantes de la comunidad rarámuri se preparan para su fiesta mayor y la culminación de Semana Santa: la quema de Judas.

Para esta ceremonia, se preparan con más de 40 horas de baile, día y noche; en este recorrido de danza, celebración y por momentos de reflexión, no importa el origen: todos comparten, todos tienen algo que dar, nadie que llegue se queda con hambre. Frijoles, tortillas y sopa son los principales ingredientes, además de abundante cerveza.

Algunos viven en asentamiento El Oasis –ubicado en la colonia Martín López-, otros vienen de visita para, con sus familiares, unirse en la fe.

El Judas generalmente es un muñeco de trapo, que se ubica en la cancha deportiva de El Oasis, este mismo es quemado para representar el triunfo del bien sobre el mal. Participan voluntariamente desde los más pequeños hasta los más viejos, quienes buscan transmitir estas tradiciones de generación en generación.

El hueco sonido de un tambor y las pinturas en los cuerpos de los danzantes no pueden faltar a esta fiesta que, otras familias interpretan como inicio del tiempo de cosechas. En lo general, es un tiempo que trae paz al pueblo.

La Quema de Judas está programada para llevarse a las 2:00 de la tarde, por lo que se espera una gran cantidad de integrantes de la comunidad rarámuri así como de turistas que gustan de presenciar esta ceremonia centenaria.

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