Chihuahua.- “Creo que sí es una medida de extorsión hacia los gobiernos de Acción Nacional para que nos adhiramos al IMSS-Bienestar”, dijo la gobernadora Maru Campos Galván al referirse a los cambios en los contratos en personal de salud en diversas entidades.
Dijo que aún está pendiente una llamada con Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS, para aclarar la situación, y enfatizó que Chihuahua se adheriría al programa si hubiera la seguridad de que funciona, porque en la práctica el Gobierno del Estado aporta más a la federación.
Por su parte, el secretario de Salud, Gil Baeza Mendoza, señaló los constantes cambios que en tres días ha tenido la autoridad federal, pues el lunes los despidió y el martes les anunció la recontratación sin notificar a Chihuahua.
Precisó que esta situación afecta más a los derechohabientes y a quienes dejarían sin la plaza laboral que al Gobierno del Estado, quien sigue otorgando los servicios de salud y erradicando la politización del tema.
“Luego los toman actores políticos y a eso le sumas el desconocimiento, como una candidata que lo tomó; y a eso le sumas la soberbia al tratar de enmendar la plana de alguien que le dice qué decir”, mencionó el funcionario estatal.
Además, invitó a reflexionar sobre el caso y de estudiar la forma en que operan los programas de salud en el país.
Señaló la forma en que Chihuahua ha estado fuera de IMSS-Bienestar y desde 2018, en que inició la administración federal, se había dado el servicio, sin embargo, ahora la excusa es la falta de la firma de este convenio, misma situación para Durango, Yucatán, Jalisco, Querétaro, Tamaulipas y Coahuila.
