Las Cruces.– La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, propusó penas más estrictas para delincuentes convictos que sean atrapados con armas de fuego.
El 26 de junio, la oficina de Lujan Grisham planteó al Comité de Tribunales, Correcciones y Justicia aumentar las penas de prisión para estos delincuentes, convirtiendo la posesión de un arma de fuego en un delito grave de segundo grado con una pena mínima de nueve años.
“Estamos fracasando en la prevención y en brindar seguridad a la comunidad”, dijo Benjamin Baker, asesor principal de seguridad pública de la gobernadora.
Reconoció que las sentencias más severas no siempre disuaden a los criminales, destacó la importancia de proteger a la comunidad a través del encarcelamiento.
En un comunicado, la gobernadora Lujan Grisham pidió a los legisladores que aumenten las sanciones penales para los delincuentes que continúan poseyendo armas, subrayando la necesidad de rendir cuentas en este aspecto.
