¿Hubo un ganador? Esa es la gran pregunta después del debate entre las personas candidatas a la alcaldía de Ciudad Juárez. Lo que es seguro es que hubo propuestas, ataques, láminas y frases para recordar en la historia política local. El ejercicio fue un éxito en ese sentido.

Cruz Pérez Cuéllar, Esther Mejía, Rogelio Loya, Jaime Flores, Enrique Romanillo y Fernando Rodríguez participaron en el debate y mostraron sus mejores cartas y argumentos. Las palabras por momentos se trabaron, se comprende por el nerviosismo, pero cuando se trató de arremeter contra tal o cual persona, las frases fluyeron. Hubo también miradas retadoras

Así ocurrió desde la llegada de las personas candidatas al recinto. Expresaron lo que esperaban del debate. Por un lado, que hubiera propuestas y argumentos para defenderlas o cuestionarlas. Por otro, la polémica ocupó parte del tiempo, que si fulanito o zutanito hizo o dejó de hacer.

Los puntos más destacados fueron sobre seguridad y mejoras para la ciudad. En el primer punto, se propuso reducir el tiempo de respuesta a emergencias, más cámaras de seguridad y dignificar el trabajo de los policías. Por otro lado, atender el tema de la violencia de fondo es la mejor apuesta.

Para mejorar la ciudad, las personas candidatas coincidieron en que se deben invertir más recursos, pero con condiciones, es decir, que se vigile su uso, mayor transparencia, mejor calidad de los trabajos y que haya evaluaciones periódicas. También, poner en el centro de las decisiones a los ciudadanos.

Para conocer puntualmente lo que cada una de las personas candidatas ofrecieron, se recomienda seguir la cobertura de este medio y así cada uno saque sus conclusiones. Las opciones están sobre la mesa.

Este ejercicio busca que los ciudadanos tengan las herramientas para decidir por quién votar el próximo 2 de junio. Que sepan qué proyecto está más completo o cuál se ajusta a sus preferencias. El punto es que haya la mayor participación posible y a consciencia. En términos generales, se ha cumplido la misión.


La aparición de la Guardia Nacional en México generó múltiples críticas. La corporación se quedó y se consolidó gracias a la convicción del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para lograr que los agentes llegaran a cualquier punto del país, emprendió la construcción de cuarteles.

En el caso de Chihuahua, dicen que hubo resistencia para la edificación de una de esas bases. Ocurrió en Ahumada, pero el gobierno no cedió a la presión y el propio AMLO estuvo en esa localidad para inaugurar el cuartel. Parece haber vencido cualquier resistencia. Los resultados de su obstinación no han sido los esperados.

La Guardia Nacional tiene nuevo coordinador estatal, se trata de Fernando Colchado Gómez, un militar de carrera que llega a la localidad para establecer coordinación con las corporaciones locales y sumarse a las operaciones contra el crimen organizado, esencialmente.

Colchado Gómez ha pedido tiempo para lanzar un diagnóstico sobre Chihuahua, ver qué se hizo y qué se puede hacer para mejorar la seguridad. Una vez que termine la revisión buscará completar su objetivo, que es reducir la cantidad de homicidios en la entidad. Desde luego, no lo podrá hacer solo.


El viernes comenzó a circular la versión de que los servicios en las guarderías contratadas por el IMSS podrían quedar suspendidos indefinidamente.

La situación causó alarma entre los padres de familia, pues el cuidado de sus hijos podría cancelarse. La razón por la que se consideró en riesgo fue la falta de pago de los proveedores.

Al respecto, la gobernadora Maru Campos Galván dijo estar dispuesta a ayudar a los padres de familia que necesitan de las guarderías. De paso aprovechó para criticar al gobierno de AMLO.

Aunque el IMSS asegura que no hay peligro de perder el servicio porque está protegido en la ley, la alarma quedó activa.

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