AUTORIDADES FEDERALES y locales buscan evitar a toda costa un nuevo suceso de escape masivo del Cereso Estatal Número 3 en Ciudad Juárez, esto luego de que se cumplan casi dos años de lo ocurrido el 1 de enero de 2022, cuando 24 internos lograron burlar la seguridad de las instalaciones, entre ellos Ernesto Piñón de la Cruz “El Neto”, un criminal vinculado con una banda de secuestradores durante la infame llamada “Guerra Contra el Narcotráfico”.
A pesar de que “El Neto” nunca fue recapturado, antes vio el fin de su carrera criminal junto con el término de su vida a solo 4 días de haber escapado, todavía hoy hay criminales que continúan prófugos de la justicia: Jorge Arturo Meléndez Aguirre, Esteban Ramón Ruiz Pérez y Kevin Leobardo Molina Rodríguez.
El evento será recordado por la muerte de 17 internos, incluídos 10 custodios, y la evidencia de la ineficacia en el control de la seguridad interna dentro de Cereso, que dejó en evidencia la corrupción dentro de las cárceles en Chihuahua y que obligó irremediablemente a cambiar la administración del penal.
Ante el temor de que algo igual se pueda volver a repetir, la autoridades de la Sedena, ahora conocida solo como Defensa, ya montó un campamento de soldados en la entrada del Cereso Estatal 3.
El sitio está custodiado tanto por elementos del Ejército Mexicano, cómo de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) y sin duda buscan garantizar que no se repita algo igual este miércoles 1 de enero y recibir el año 2025 de una mejor manera.
LA INDIGNACIÓN POR LAS PÉSIMAS condiciones de las carreteras a cargo del gobierno federal en el estado de Chihuahua ya no solo es social, sino que los representantes políticos de los municipios afectados han empezado a ejercer presión para que el gobierno de la Ciudad de México voltee a ver el abandono de años que han tenido los caminos.
Caminos que, por cierto, son vitales no solo para el comercio para mover mercancías, sino también un pilar para la conexión entre comunidades.
Unas que cada vez más muestran su molestia, sobre todo cuando estas condiciones vergonzosas de los caminos han dejado de ser maps que un tema político para convertirse en uno de seguridad, y es que no es raro ver que en los últimos meses el número de accidentes con víctimas mortales se ha incrementado sustancialmente.
Es esta situación la que llevó a habitantes de Placer de Guadalupe, Pastor, Falomir y El Pueblito del municipio de Coyame del Sotol a cerrar la carretera que conduce de Chihuahua a Ojinaga a fin de manifestarse contra las malas condiciones de la ruta.
La invitación no vino solo de los entes políticos “de oposición”, sino que se realizó a través de las redes sociales por parte de una de las familiares de la adulta mayor que perdió la vida el pasado viernes en el mencionado tramo.
Más tarde se solidarizaron los titulares de las presidencias municipales de Aldama, Ojinaga y Coyame del Sotol, quienes cerraron por unos momentos la carretera a fin de exigir al Gobierno Federal la inversión para recuperar, ampliar y recarpetear esa vía de comunicación.
En su mensaje, dijeron que se mantienen en la lucha de exigir recursos a la federación para que atienda el tramo carretero, paso natural de los paisanos que regresan desde Estados Unidos y quienes exponen sus vidas al transitar por esa vía por el alto riesgo que representa el deterioro de ese camino.
Las autoridades federales deben poner un alto a esta situación y destinar ya la inversión necesaria para recuperar la viabilidad de las carreteras de nuestro estado, entidad que ocupa la 8va posición como la que más aporta al PIB en México.
RESIDENTES DE ESTA FRONTERA de nueva cuenta vivieron momentos de incertidumbre y terror que recordaron aquellos años de cruda violencia en plena época de fiestas, en la claridad de la luz del día y sin importar, como suele ocurrir con estos actos, que decenas de personas inocentes pudieran salir heridas luego del ataque que sufrieron autoridades estatales cuando realizaban un cateo en la colonia Misiones del Portal.
Fueron agentes del Departamento de Homicidios quienes fueron recibidos con disparos, lo que desató una balacera y una intensa persecución que causó pánico entre las personas que circulaban por el área.
Los ocupantes de la vivienda intentaron huir brincando bardas hacia un centro comercial cercano en la calle Jacinto Benavente.
Durante el operativo se logró la captura de cinco personas y la muerte de una. La zona permaneció acordonada y se logró, por suerte, el decomiso de un importante arsenal, chalecos y artículos tácticos y vehículos.
Este evento despertó de nuevo el temor de que la violencia de alto impacto, lamentablemente tan normalizada en nuestra frontera y que había estado ausente por unas horas, pueda volver a sacudir las vidas de los fronterizos y alterar de nueva cuenta la paz que todos deseamos.