Editorial
Foto: Net Noticias

Si la política y la administración pública colocan a México en los últimos lugares, la naturaleza nos saca del “sótano” para llevarnos al pódium de los primeros. Lo más triste es que para ello nada tuvimos que hacer los mexicanos y lo peor es que casi nada hacemos por conservarla.

México, con apenas un poco más del 1 por cierto del territorio global, tiene una riqueza natural que lo coloca entre los primeros países del mundo. La naturaleza ha sido prodiga con nuestra nación.

Ocupamos una tierra rica en biodiversidad que nos da el primer lugar mundial en especies de reptiles, el segundo en mamíferos, el tercer en anfibios y el cuarto en flora.

México también ocupa el segundo lugar en ecosistemas y el cuarto en la totalidad de especies diferentes que habitan esta tierra.

Una amenaza se cierne sobre toda esta riqueza.

En años recientes ha venido aumentando el tráfico de especies exóticas y en vías de extinción.

Según la Interpol, este negocio ilegal se ha colocado entre los tres más lucrativos del mundo, apenas superado por el narcotráfico y el contrabando de armas.

Algunos narcotraficantes han cambiado el giro de sus negocios, a este que les ofrece casi las mismas ganancias, pero con menores riesgos y sanciones muy ligeras.

El tráfico ilegal de especies comienza así, a seguir las mismas rutas del narcotráfico y en no pocos casos, a tener los mismos clientes.

México, desde luego, ocupa en este crimen de la delincuencia organizada los primeros lugares a nivel mundial.

El futuro de nuestra nación está amenazado también en este aspecto y esperemos que las autoridades estén a la altura de los grandes retos.

Publicidad
Enlaces patrocinados