Con un proceso electoral tan caliente, y no precisamente por la temperatura, es prioritario que las autoridades de todos los niveles garanticen una próxima jornada electoral pacífica, libre y que el resultado sea la voluntad de quienes acudieron a las urnas. El objetivo, desde luego no es fácil de conseguir.

La temperatura del proceso en otras latitudes está en su punto máximo con ataques a candidatos, amenazas y lamentables homicidios. La forma de enfriar la situación es implementar una gran estrategia, coordinada y sin fugas. De lo contrario, los casos seguirán y el futuro de la elección estará en juego.

En Chihuahua, como se ha explicado antes, el panorama es diferente, sin embargo, eso no quiere decir que no se hayan presentado casos de amenazas o agresiones a las personas candidatas. Es más, el fin de semana la aspirante a diputada federal, Marlene Terrazas, denunció que un hombre la amenazó en uno de sus recorridos.

Para las autoridades, es preferible que el ambiente de relativa paz se mantenga de aquí al 2 de junio. Para lograrlo, se han tenido reuniones para afinar detalles de cómo se blindará la jornada. La más reciente ocurrió el lunes en el Palacio Nacional con la participación de funcionarios electorales.

Alejandro Scherman Leaño, vocal del INE, y Yanko Durán Prieto, consejera presidenta del IEE, acudieron a la Mesa de Seguridad que semanalmente encabezan el fiscal César Jáuregui; el secretario de Seguridad, Gilberto Loya; y el secretario de Gobierno, Santiago De la Peña.

A unos días de la elección todo puede pasar, por lo que resulta importantísimo que las autoridades cubran todos los puntos. Chihuahua podría dar un muy buen ejemplo de cómo se realiza un proceso electoral con incidencia mínima violencia. Eso depende de una gran coordinación. Veremos si se logra.


Y cómo ya casi se acaban las campañas, los candidatos alistan su gran cierre para tratar de convencer al electorado que son la mejor opción para administrar los recursos del municipio. Para tener el mayor alcance posible, se han preparado eventos de altísima calidad.

En el caso de Cruz Pérez Cuéllar, el aspirante a la reelección y que recibe apoyo de Morena y PT, tendrá como invitado especial al cantante Remmy Valenzuela. Desde luego que ese nombra llama, especialmente a las generaciones más jóvenes, ahí podría estar la clave para el morenista.

Del otro lado, Rogelio Loya Luna no planea echar la casa por la ventana, pero sí ha convocado a un evento multitudinario para cerrar la campaña. La tónica proyecto ha ido modesta, con mucho acercamiento y diálogo, por lo que la recta final será igual. Un cambio repentino podría no ser bien recibido.

También se han anunciado visitas de las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez estos días. Ambas tendrán un precierre de campaña en la capital. La siguiente vez que vuelvan será como ganadora o perdedera. Eso se definirá muy pronto. Habrá que estar atentos a todos los discursos.


El tercer debate presidencial ha sido considerado como el menos emocionante de la serie. Argumentos ya repetidos, ataques con la misma temática y posturas antes vistas no ayudaron a captar la atención, pero sí los deslices y frases divertidas que pronunciaron las candidatas y el candidato.

Después de revisar lo que pasó, para la gobernadora Maru Campos Galván queda claro que Jorge Álvarez Máynez debe sumarse al proyecto de Xóchitl Gálvez para que juntos detengan al Morena. Claro que no hubo amabilidad, la mandataria fue directa: el candidato de MC no tiene chance.

Otro apunte lo tiene Martín Chaparro, alcalde en funciones de Juárez, quien consideró que la candidata opositora desaprovechó la oportunidad para tratar de hacerle mejor competencia a Sheinbaum.

Al final, todos los participantes se declararon ganadores. La pregunta es: ¿qué pensaron los ciudadanos de este ejercicio?

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