Ciudad Juárez- Los Bravos de Ciudad Juárez hicieron lo impensable la noche de este sábado al vencer a La Franja Puebla 4-3 para sacar su primera victoria en cinco meses.

Casi sin querer queriendo…

Eran cuaresmeño el viento, era nublado el cielo y la grada dejaba ver sus colores deslavados por que estaba vacía. Así arrancaban las hostilidades entre las “Cobras” de Juárez y la Franja del Puebla .

Ya corría el minuto cinco y Puebla no prestaba la pelota. No solo no compartía nada, tampoco dejaba acomodarse a la defensa vestida de rojo que parecía de entrada relajada.

Pasaba el cronómetro cerca del cuarto de hora y los de Mauricio Barbieri se animaban a ganar terreno pero batallaban por los espacios ante el marcaje camotero. Le costaba poco, muy poco a la visita descolgarse por la banda para el contragolpe. Fue precisamente en ese instante donde cayó el primer tanto poblano. Cortesía de Lucas Cavalini al 15 exacto. 0-1 el electrónico.

Recién caído el gol, el 4-5-1 del brasileño comenzaba a desdibujarse, reinaba el desorden y el balonazo en el conjunto fronterizo. Todo ante un Puebla que no dejaba de asustar jugando a la contra.

Moisés Mosquera y Dieter Villalpando hacían su luchita por la banda de la izquierda, al más puro estilo de una cáscara de primaria, cada quien hizo lo que quiso y ninguno de los dos se pudo entender. Dada la aparente falta de recursos Michael Santos iba a la orilla del área a trabar la pierna, acababa en el piso y sin penal.

Faltaban 10 para el descanso y tras 35 minutos de menos que nada, Michael Santos fue el primero en pegarle franco al arco para estrellarla en la zaga camotera. Los de Andrés Carecic, por su parte, habían pasado a contagiarse del mal Bravo y ya no proponían nada.

A cinco del final Hurtado volvía a entrar al área pero no pasaba de la línea de atrás comandada por Gastón Silva. Afuera de la cancha, sin embargo, la gente estaba más entrenada con la Yuri y los algodones de azúcar.

Esto hasta que a base jalones y empujones los de las tierras de Juan Gabriel acabaron por encontrar el gol cortesía de Edson Da Silva que empujaba un balón desviado para adentro de la red. Casi sin querer queriendo…Juárez igualaba el asunto.

Así nos íbamos al medio tiempo, con el 1-1 que era casi de puro milagro.

Aitor García Flores y nada más

Arrancábamos la parte complementaria con Aitor García que entraba de cambio y con unos Bravos obligados a jugar mejor. El español era pronto para lucirse recepcionando una bola elevada que acababa en las manos de Jesús Rodríguez.

De buenas a primeras, los caballos presumían de más cautela y tres líneas que no se movían a la hora defender. No obstante, la velocidad en el desdoble del camote todavía ponía a temblar a la localía.

Apenas al cinco, Bravos había completado la resurrección con un zapatazo de su salvador Aitor García. 2-1 el luminoso y el graderío ya bautizaba al delantero como mexicano. Dos minutos más tarde, Cavallini quiso volver a hacer la malhora pero se topó con los tachones de Ralph Orquín.

A eso de la hora, el Gasolinero Barragán salía de cambio, entraba Santiago Ormeño para llevarse el abucheo del respetable.

Ni cinco segundos después Aitor García lo volvía a hacer. Repitió la maniobra para clavarla en el ángulo superior y dejar un 3-1 en el tablero. El milagro se veía cerca.

Llegábamos al 25 y el que había pagado boleta pasaba dd vitorear a abuchear después de que Santi Ormeño acortara la diferencia rematando un centro para el segundo gol de la visita producto de la propia desconcentración de Juárez.

Lo que le siguió al tanto fue un silencio, silencio como dd morgue. Una morgue de cinco mil cuerpos que no quería hacer ruido alguno por miedo a que cayera la anotación del empate. Faltaban 10 para cumplir con el tiempo reglamentario y de su asiento jo se movía nadie.

Juárez le ponía otra anotación mas al asunto al 38 de la segunda parte con otro desborde. Esta vez de Ángel Zaldívar que no dudó en pegar el trallazo para el cuarto gol de la noche. 4-2 el electrónico. Acto seguido se volvieron a hacer bolas dentro del área para permitirle a Miguel Sansores el tercer gol azul.

El respetable, el XI en la cancha, los suplentes de la banca y hasta la policía municipal tuvieron que aguantarse los seis minutos más largos de su vida antes de que César Arturo Ramos Palazuelos pitara el final pasa sellar el marcador.

Ganaron los Bravos 4-3.

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