Ciudad Juárez- Los Indios de Ciudad Juárez acabaron de barrer a los Soles de Ojinaga la noche de este viernes volviendo a ganar y volviendo a noquear por marcador de 12 carreras por 2.
Con todo y victoria no fue bueno el arranque de Cristian Castillo en su regreso a la pelota estatal. Titubeó en la parte alta de la primera permitiéndole un sencillo productor a Miguel Cervantes en los albores del encuentro.
No le duró mucho el gusto a los de la hermana frontera por que Yahir Gurrola puso el quitarrisas en la baja de la misma primera con un cuadrangular de dos carreras para el 2-1. Ya para la tercera Oziel Méndez agregó una rayita más a la cuenta de la novena del penacho.
Todo se empezó a descomponer en el quinto capítulo para Daniel Díaz cuando los de las tierras de Juan Gabriel lo agarraron a palos compró piñata vieja. Giancarlo Servin puso la cuarta carrera de la noche con un sencillo productor para que después le siguieran Yahir Gurrola, Eudor García y Kevin Zamudio. El diestro mexicoamericano se iba de la loma cargando su pecado de siete carreras y sin poder sacar un solo out.
Faltaba mucho para que terminara la parte baja del quinto asalto. Diego Ramírez también puso su granito de arena ante el relevo remolcando la octava carrera de la noche en bola ocupada.
Pasábamos a la sexta entrada y la escuadra del astro rey hacia su luchita aprovechando el cambio lanzador con la llegada de Andrés Ledezma al montículo. Metieron su segunda y última anotación de la velada por conducto del doble play al haber un hombre en la tercera almohadilla.
La visita no podía hacer nada más que limitar el daño provocado por los de Iván Gallegos. Por si faltara más, Yahir Gurrola conectó un triplete para traer dos más a la goma en baja de la sexta y la pizarra se quedaba 10-2 antes de llegar al séptimo episodio.
Para desgracias visitante, dicho capítulo le hizo honor a su mala fama y fue ahí donde les terminaron de aventar el cloroformo para mandarlos a dormir.
Servín volvió a haber la malhora con un sencillo para traer la onceava carrera del encuentro y Ethiel Esquivel se vestía de héroe, pegando su primer imparable en el Estatal de Primera Fuerza: un doblete propulsor de la doceava y última raya del tigre, dejando a la hermana frontera fuera de combate.