Eintracht Frankfurt viaja desde de Alemania para vencer a Bravos
Foto: Cortesía

Ciudad Juárez.– Los Bravos de Ciudad Juárez volvieron a conocer la derrota. Está vez en encuentro amistoso ante el Eintracht Frankfurt por marcador de 1-2.

Ofensivos como ositos de peluche

Hacía un calor digno del mismísimo infierno, la visita venía recién cruzada de El Paso, Texas y la grada lucía más pelona que Carlos Salinas de Gortari. Así arrancaban las hostilidades entre el Eintracht Frankfurt y los Bravos de Ciudad Juárez.

Corría ya el minuto cinco y tanto teutones como fronterizos eran imprecisos con la bola. Poco le movían y poco le intentaban, como si fuera una verdadera sesión de entrenamiento. A Benny Díaz le pegaba el aire y ya con eso era ganancia.

Pasado el minuto 10 a los del águila roja se les empezaba a notar calidad como equipo de reserva con un medio campo que resolvía la endeble presión y dejaba jugar a Mario Goetze que no podía más que pasarla por arriba de los tres palos.

Del otro lado del rectángulo, el de las genialidades era Aitor García que comandaba por la banda de la izquierda sin poder encontrar con quien cerrar la pinza. En zona defensiva el que le agarraba la onda ya sin la presión de primera división era Jonathan González, cerrando bien en los regresos para ponerle freno de mano al angoleño Buta.

Nos quedaban 20 minutos para irnos al descanso y el ritmo era propio de un amistoso domiguero. Poca acción en las dos porterías, al brasileño Kaua Santos todavía no lo hacían mover las manos.

Media hora cumplida y Juárez no era preciso en las que tocaba. Seguía aferrado a salir desde el fondo y Pérez Bouquet no atinaba un pase ni por vida propia. En lo que Juárez fallaba, Nnmandi Collins se le colaba a la defensa y pasaba la de gajos al ladito del palo.

Al cinco del regaderazo ya había caído el sol y los caballos todavía no podían acabar una sola jugada. Un bávaro caía en el área y el silbante pitaba penal.

Chaibi agarraba la bola, miraba al cancerbero fronterizo y le pegaba con todo y la rechifla del respetable para mandarla guardar. Así nos íbamos al descanso: con el 0-1 favor los extranjeros. Los cinco aficionados alemanes celebraban desde su butaca.

Otra vez el bodrio…

Arrancábamos la segunda parte con unos Bravos que cambiaba la mitad de sus piezas en la cancha y que encintaba los pies de Pérez Bouquet. El ex Chiva, fiel a su costumbre, no podía definir y perdonaba el empate

El conjunto de las tierras de Juan Gabriel no volvía a perdonar. Apenas al 50 igualaban el luminoso por obra y gracia de César López y su cabezazo. 1-1 la cosa.

Los muchachos de Dino Toppmöller ahora si encontraban resistencia, subían la presión y ahora si había empezado el encontronazo.

La poca alegría duraba poco porque cinco minutos más tarde Haret Ortega salía volando en una barrida por la banda, caía con la clavícula y tenía que abandonar la cancha muy adolorido del brazo izquierdo.

Quedaban 20 minutos por disputar y todo mundo se hacía bolas con la número cinco. Nadie controlaba y los nombres como Buta y Collins se desaparecían.

El cronómetro ya corría el minuto 75 y a la cancha entraban Ángel Saldívar y pese al temor de todo el respetable….También pisaba el terreno Moisés Mosquera. Ese mismo miedo se apoderó del entarimado porque a Francisco Calvo le reventaban la cintura y el marcador no se desigualaba porque el travesaño hacía el favor.

Era cosa de una descolgada más para que Frankfurt ahora si clavara la bola con un zapatazo de Ansgar Knauff. La pierna del ex mexicoamericano no fue suficiente para desviar el esférico y el marcador quedaba 1-2.

Nos faltaban cinco minutos para cumplir el reglamentario y en la frontera ya nadie quería jugar. El accionar se movía a punta de balonazo a y de nada más.

Cumplíamos los 90 y poquito más cuando el árbitro hacía sonar el silbato para sellar la derrota Bravo. El águila roja había venido desde muy lejos nada más….Nada más para ganarle a Juárez.

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