Berlín.– Otro verano perfecto u otra vergüenza nacional.
Nadie sabe qué esperar de esta Alemania antes del Campeonato Europeo en su casa.
Los optimistas resaltan la oportunidad de montar una fiesta durante un mes que asemeje lo que hizo vibrar al país como anfitrión de la Copa Mundial de 2026. Los pesimistas apuntan a los tres fiascos en los últimres tres grandes torneos y que provocaron el desencanto de los hinchas alemanes hacia el equipo masculino.
Pero hay señales positivas recientes. Alemania logró notables victorias en los amistosos ante Francia y Holanda en marzo después de que el técnico Julian Nagelsmann realizó un cambio radical en la plantilla.
Si el equipo puede mantener esa línea en la fase de grupos, Alemania podría gozar otra fiesta.
“Si iniciamos bien, Alemania podría experimentar el entusiasmo y energía de 2006”, indicó Philipp Lahm, el excapitán de la selección y que es ahora director de la Euro 2024.
Muchos alemanes recuerdan con cariño ese verano de 2006 y hay algunos paralelos entre ambos torneos.
En ese entonces, el seleccionador alemán Jürgen Klinsmann fue criticado en la antesala debido a que el equipo concedía muchos goles y venían de una vergonzosa eliminación en la fase de grupos de la Euro 2004. Klinsmann se apoyó en los jóvenes, pero las sensaciones eran negativas antes del Mundial.
Pero tras conseguir tres victorias en la fase de grupos, la nación sede se puso de fiesta.
Fue la primera vez que una Alemania reunificada recibía el torneo y para muchos alemanes era la oportunidad para ondear su bandera y mostrar su orgullo nacional.
Además, el clima fue perfecto, la cerveza no dejó de fluir y todos parecían estar disfrutando. Aunque quedaron eliminados ante Italia en las semifinales, los alemanes aún se refieren a la Copa Mundial de 2006 como el “Sommermärchen” — el verano de ensueño.
La previa al torneo de este verano es algo similar. Alemania había estado jugando tan mal que decidieron despedir al entrenador Hansi Flick en septiembre. Nagelsmann inició con problemas, pero dejó fuera la cautela al no llamar a jugadores establecidos como Leon Goretzka y Mats Hummels y puso su confianza en otros con un buen presente con sus clubes.
Nagelsmann también convenció a Toni Kroos, la estrella del Real Madrid, para que volviera al seno del equipo nacional. Pero en ese momento no sabía que esta sería la despedida del mediocampista. Kroos, de 34 años, anunció desde entonces que se retirará tras el torneo.
La suerte dependerá bastante en el rendimiento de Kroos, dotado con una excepcional precisión para poner el balón donde quiere.
Kroos es uno de los pocos jugadores que sobreviven de la selección que ganó el Mundial de 2014, y culminar su carrera con un cetro europeo realmente sería perfecto.
“No tiene que demostrada nada a nadie”, dijo Nagelsmann. “Pero aún tiene un torneo más y está entusiasmado. Puede ganar otro título. Con eso lo tendría todo. Sería una historia increíble”.
Los cambios de Nagelsmann rindieron frutos en las victorias ante Francia y Holanda.
Las viejas dudas quedaron atrás y regresó la confianza. El retirado astro Lothar Matthäus ha afirmado que Alemania tiene que ponerse entre ceja y ceja consagrarse en su Euro.
A diferencia de muchos anteriores equipos alemanes, este no dependerá en el Bayern Múnich.
Parece que el cambio de poder se verá reflejado en la selección después de que el el Bayer Leverkusen puso fin a la supremacía del Bayern en la Bundesliga.
Los únicos jugadores del Bayern que se mantienen desde marzo son Jamal Musiala y Joshua Kimmich, además del inamovible arquero Manuel Neuer.
Todo indica que el Leverkusen tendrá a tres jugadores en la alineación titular de Nagelsmann con Jonathan Tah en la zaga, Robert Andrich en el mediocampo y Florian Wirtz en el ataque. Stuttgart será representado por Maximilian Mittelstädt como lateral izquierdo y Kai Havertz de Arsenal seguramente será opción al frente.
Los locales inician el torneo ante Escocia el 14 de junio en Múnich. Hungría y Suiza completan su grupo.
