La entrada de la primavera supone la floración de los árboles y plantas, el comienzo de la polinización y por supuesto, la reproducción de los animales y de los humanos, aunque de estos últimos no estamos muy seguros.
Decir que una personas se encuentra "como burro en primavera" es una forma muy coloquial de hacerle saber a los demás que se tiene una urgencia de satisfacer las necesidades sexuales.
De acuerdo con Rosario Martell, psicoterapeuta, esta creencia tiene algo de cierto, pero no porque los humanos inicien una temporada de celo como lo hacen los animales no humanos, sino porque su estado de ánimo cambia al recibir por más tiempo la luz solar.
Es común que las personas sientan un decaimiento durante los meses más fríos del año, ya que los días se vuelven más oscuros y la producción de melatonina o la hormona que produce el sueño aumenta.
La terapeuta explica que durante los días más cálidos del año se generan endorfinas en mayor cantidad, que producen una sensación de bienestar, incluso de euforia, por lo que las personas se sienten menos estresadas, están más sensibles a las respuestas sexuales de su cuerpo y se encuentran con mejor ánimo.
Agrega que el calor incita a cualquiera a vestir de forma más ligera, lo que propicia a ver con más detalle el cuerpo de quien nos atrae, aunque algo importante de esto es que, según comenta la experta, el deseo que nos hace sentir otra persona solo debe expresarse con su consentimiento, es decir, que no es válido invadir el espacio ajeno mostrándonos ofensivos con nuestros comentarios.
La parte que puedes aprovechar de llevar ropa ligera debe ser con tu pareja o con una persona a la que le atraigas y esté de acuerdo con dar y recibir algunas palabras que inciten a tener una relación sexual.
Por último, agrega que haber elegido al burro para referirse a esta situación tiene que ver con el gran tamaño que tiene su pene al presentar una erección, una reacción que deja en claro lo que se desea.