Rafah.- Israel ordenó el sábado nuevas evacuaciones en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, obligando a decenas de miles de personas más a desplazarse mientras se prepara para expandir su operación militar más cerca de la populosa área central, desafiando la creciente presión de su cercano aliado Estados Unidos y otros países.

Mientras las protestas propalestinas continúan, el ejército israelí también dijo que se desplazaba hacia un área del devastado norte de Gaza, donde aseguró que el grupo armado Hamás se había reagrupado.

Israel ha evacuado ya el tercio oriental de Rafah, considerado el último refugio de Gaza. La ONU ha advertido que la planeada invasión total de Rafah perjudicaría aún más las operaciones humanitarias y provocaría un gran aumento en el número de víctimas civiles.

Rafah colinda con Egipto cerca de los principales puntos de entrada, que ya se han visto afectados. Tropas israelíes han capturado el lado gazatí del cruce de Rafah, obligando a cerrarlo.

Egipto se ha rehusado a coordinar con Israel el suministro de ayuda a través del cruce de Rafah debido a “la inaceptable escalada israelí”, informó el sábado el canal estatal Al Qahera News, citando a un funcionario anónimo. El canal tiene estrechos vínculos con los organismos de seguridad egipcios.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no proporcionará armas ofensivas a Israel para Rafah, y el viernes Washington señaló que había evidencias “razonables” de que su aliado había incumplido la ley internacional que protege a los civiles, la declaración más contundente de la Casa Blanca sobre esta cuestión.

En respuesta, Ophir Falk, asesor de política exterior del primer ministro israelí, dijo a The Associated Press que Israel actúa de conformidad con las leyes del conflicto armado y que el ejército toma amplias medidas para evitar las bajas civiles, entre ellas, alertar a la población sobre las operaciones militares mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto.

Más de 1.4 millones de palestinos —la mitad de la población de Gaza— se habían refugiado en Rafah, la mayoría tras huir de la ofensiva israelí en otras zonas. Las evacuaciones están obligando a los palestinos a desplazarse hacia el norte, a zonas arrasadas en ataques israelíes previos. Las agencias humanitarias estiman que unas 110 mil personas se habían marchado hasta el sábado, y que la última orden elevará esa cifra en otras 40 mil.

“¿Esperamos a que todos muramos unos sobre otros? Así que decidimos irnos. Es mejor”, dijo Hanan al-Satari, residente de Rafah, mientras varias personas se apresuraban a cargar en vehículos colchones, tanques de agua y otras pertenencias.

“El ejército israelí no tiene un área segura en Gaza. Lo atacan todo”, dijo Abu Yusuf al-Deiri, que fue desplazado previamente de la ciudad de Gaza.

Muchas personas han sido desplazadas más de una vez. Quedan pocos lugares a donde ir. Algunas personas que huyeron de la guerra a principios de la semana levantaron campamentos en la ciudad de Khan Younis, medio destruida por una anterior ofensiva israelí, así como en la ciudad central de Deir al-Balah, imponiendo una enorme presión a la infraestructura.

Algunos palestinos son enviados a lo que Israel denomina zonas seguras humanitarias a lo largo de la costa de Muwasi, que ya está sobrepoblada, con cerca de 450 mil personas en condiciones miserables. El campamento, lleno de basura, carece de los servicios básicos.