Hasta hoy nos enteramos de que San José Obrero existía; antes solamente se hablaba dizque de los mártires de Chicago, donde unos dicen que no existieron y otros dicen que sí; total, el primero de mayo los obreros del mundo, que nunca se han unido, gozan de salario, aunque la explotación laboral por el capitalismo voraz, sigue en todo su apogeo.

Como dice er clásico: Ya chole con tanto redentor, mejor vayamos a lo que queda de la fiesta brava por motivo de la pandemia que no cede, no cede y mucho tenemos la culpa, los que habitamos este planeta Tierra, pero hay la llevamos pian pianito y ya vamos por la segunda vacuna a ver qué sucede, pues la humanidad entera está sirviendo como conejillo de indias.

Ya se había dicho por las autoridades pamplónicas en meses anteriores que nuevamente la pamplonada no se celebraría, dadas las circunstancias epidémicas actuales y aun así los que viven del toro no cejan en su empeño de que se den corridas y no festejos taurinos; ya se les queman las habas y como simples aficionaos, nos ponemos en sus manoletinas, en sus zapatillas, o sea los comprendemos, pero hay que aguantar a pies juntos la situación para bien de todos, salvo opinión de los eruditos.

La semana pasá, las autoridades de Pamplona volvieron a ratificar que por segundo año no hay fiestas de San Fermín, y la calle de Estafeta y la Telefónica lucirán otra vez muy silenciosas, pues los turistas brillarán por su ausencia y los nativos, se quedarán en sus casitas chupando vinillo y párenle de contar.

En lo personal nos hace falta ir a Pamplona antes de que el destino nos alcance; dinero lo hay porque lo hay, el chiste es dar con él, amigos vagos tenemos en varias partes del globo terráqueo, pero como ya todos pertenecemos al *FBI, los hijos ya no los dejan aliar por culpa de la pandemia.

Entonces, como dicen los "dotores" agua y ajo, recordando que no hay mal que dure 100 años ni 100 pueblos que los guanten, aunque es lamentable, que muchos toros de lidia tendrán que ser sacrificados de alguna forma u otra, mientras las puertas de Las Ventas, de La Maestranza de Caballería, de Pamplona, de Bilbao, por citar solo algunas, vuelven a abrir sus puertas a eso de las siete treinta de la tarde. Vale.

*(FBI): Fuerzas Básicas del Insen

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