Efectivamente el tema del día es la visita del presidente AMLO a su homólogo de los Estados Unidos, Donald Trump; evento del que todos, o al menos la gran mayoría, tienen una opinión, ya sea buena, mala o neutral. Los seguidores del mandatario mexicano que antes criticaron duramente a Peña Nieto cuando invitó al entonces candidato republicano a México, ahora justifican que López Obrador acuda presuroso ante el llamado, con apariencia de invitación a Washington. Los adversarios, como llama el de Tabasco a todo el que se atreve a pensar de forma distinta a él, lo ven como un acto de sometimiento a lo dictado desde la unión americana y están los que ven el asunto con indiferencia.

Y nada más para refrescar la memoria, habría que recordar cómo Andrés Manuel denunció, hace tres años a Trump, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington, por construir un muro en la frontera y por la persecución de migrantes.

Pero no solo eso, según una nota publicada por el periódico El Universal. El 15 de marzo de 2017 cuando AMLO era dirigente de Morena ofreció una rueda de prensa en The National Press Club, donde dijo textual: “Como no está actuando el gobierno de México, desgraciadamente, porque está completamente subordinado, sumiso, callado ante la prepotencia de Trump, tenemos que hacerlo nosotros”, refiriéndose a la denuncia.

Días antes de esto, el actual presidente mexicano, también despotricó contra el republicano, comparándolo con Hitler, pero de eso seguramente; no se quiere acordar, pues hasta un libro escribió, al cual tituló “Oye Trump”, que tampoco quiere recordar, pero, en fin, de eso no le quería hablar.

Quiero referirme a la política de austeridad que está aplicando la 4T, la cual ya está rayando en los excesos, y recordemos que los excesos no son buenos, y menos cuando no están justificados, ya que una cosa es prescindir de lo ornamental o los lujos; esos no son necesarios, pero el dejar de dotar de herramientas de trabajo a personal de la Secretaría de Economía o de cualquier otra, ya es demasiado, y es que los trabajadores de la referida institución dieron a conocer que les piden 4 mil pesos para que puedan conservar sus equipos de oficina, ya que están bajo la figura del arrendamiento, esto es, rentadas a un proveedor, pero con los extremos recortes que está aplicando este gobierno, ahora ya les están quitando esos instrumentos, que de ninguna manera son un lujo, sino algo esencial para hacer su trabajo, y ante esto AMLO en lugar de decir que eso era un error. Salió con lo siguiente; “La austeridad va a continuar y que no estén pensando volver al derroche”, y agregó

Imagínense lo que hacían los que lucharon en otros tiempos por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la soberanía. Qué estaban esperando a que tuvieran sus computadoras para luchar, para transformar, yo creo que son instrumentos (…) que se compartan más los instrumentos de trabajo y que no haya corrupción.

Lo anterior luego de que una reportera, en la tradicional mañanera, lo cuestionara al respecto, mientras que la respuesta, como es de suponer, no dejó satisfecha a la periodista quien le inquirió. ¿Y entonces cómo van a hacer su trabajo si las computadoras son herramientas básicas?, ante lo que el mandatario insistió en que se deben compartir los equipos.

Ahora imagínese que usted acuda a alguna secretaría federal y que no lo atiendan por que la computadora está ocupada con otro trámite; la verdad suena ridículo, pero a eso los va a llevar esta austeridad mal entendida, pues como le decía, una cosa es prescindir de lo no esencial, pero de lo básico. Eso, de plano, no es la idea…

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