Muchas veces, a través de esta columna, hemos opinado que los directos actores para defender de los animalistas a la fiesta brava, porque es su fuente de trabajo, deben ser los matadores de toros, sean figuras o no, novilleros, subalternos y todo aquél personaje taurino que tenga que ver con la fiesta y reciba un pago por su labor.
Como simples opinadores, claro que nos han hecho el caso del perro, pero POR FIN, una voz autorizada, presumimos nosotros, se ha dejado escuchar en la preciosa ciudad de Aguascalientes, en el Décimo Primer Congreso Mundial Ganadero, celebrado hace unos días, en la hidrotérmica ciudad, con motivo del Decimo Quinto Aniversario de la inauguración de la Monumental plaza de toros de esa localidad.
El personaje fue Juan Pedro Domecq y dejando escapar todo lo que traía de su ronco pecho, espetó, ante un nutrido grupo de taurinos que..."Debemos pedir la IMPLICACIÓN de las figuras del toreo que son los referentes. El problema es que no son independientes, pues sus representantes tienen DIFERENTES INTERESES. Tenemos que intentar que no tengan LA VOZ CALLADA. es necesaria SU DEFENSA EXTREMA de la tauromaquia por parte de ELLOS, LAS FIGURAS DEL TOREO".
Lo anterior, lo dijo Pedro, en el Teatro Morelos, que arrancó una fuerte ovación y un sonoro aplauso, que ojala hayan escuchado todos los toreros de aquí y de allá.
Y nosotros ¡oh! inocentes, creyendo que los apoderados de los coletas eran empleados de éstos y resulta que "nones", que sus poderdantes son los que deben obecerlos a pie juntillas, "sic transit gloria mundi"- Vale.
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