Ayer se dio a conocer que las autoridades federales detectaron más de 7 mil 800 millones de pesos no comprobados del Seguro Popular de 2007 a 2016. Ello provocó que la Secretaría de Salud y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) lleven a cabo las investigaciones correspondientes y preparan denuncias penales por presunto daño patrimonial.

Lo anterior lo dio a conocer la titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, la misma que deslindó de toda culpa al actual director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, por un presunto conflicto de interés y la no declaración de sus bienes y de familiares directos, mismos que fueron denunciados a través de una investigación periodística, y que toda la información se sacó del Registro Público de la Propiedad.

Este hallazgo más bien parece una forma de justificar que se cancelara el Seguro Popular para dar entrada al nuevo Instituto de Salud del Bienestar INABI, mismo que hasta el momento ha resultado una nulidad.

Y seguramente nadie duda que pudieran haberse presentado malos manejos dentro del Seguro Popular, pero de que daba el servicio, lo daba y no se presentaba el nivel de desabasto de medicamentos que se tiene justo ahora y que provocó que los padres de niños que reciben tratamientos oncológicos salieran a exigirle a las autoridades que cumplan con su obligación de dotarles de los fármacos.

Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador, que todo lo liga a acciones de golpeteo a su gobierno, de inmediato salió a decir que esta manifestación era parte de las resistencias de algunas personas que quieren que todo siga igual, pero como ahora supuestamente ya no hay corrupción, y así lo afirma el mandatario, ya no hay corrupción, ni con esas presiones lo van a hacer que desista en su lucha contra los malos manejos.

Pero la verdad, no creo que quien este pasando por un problema de salud y que el INABI en lugar de darle el servicio se lo niegue o no le entregue los medicamentos que anteriormente le otorgaban con todo y supuesta corrupción, o que le cobren cuotas de hospitalización que le resulten impagables, se sienta más tranquilo porque al Seguro Popular le descubrieron más de 7 mil millones de pesos que no ha podido comprobar en qué se los gastó. Ojo esto no quiere decir que, los mal utilizó, simplemente que no comprobó el destino.

Pero como le dije ayer, el Seguro Popular, no es el INSABI, este último es otro completamente distinto, bueno hasta despidieron sin justificación y ni siquiera con la entrega del finiquito que marca la ley a buena parte del personal del anterior servicio de salud, es decir, estamos frente a un carro nuevo, si así lo quiere ver. Es otro; no es el mismo que fallaba; por eso mismo no se puede justificar de ninguna manera, que esté lleno de problemas, carencias y errores, a menos que lo hayan puesto a funcionar cuando no estaba completamente terminado y listo para operar y que quieran ponerlo a tono ya sobre la marcha, pues estamos hablando de la salud de la gente que menos tiene y aventar al INSABI cuando aun no estaba listo es un crimen.

Vamos, es tan deficiente el servicio de salud pública que, hasta Mario Delgado, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, prefirió pagar 16 mil pesos por unos exámenes clínicos que, según él, no los proporciona el ISSSTE, que es el servicio que como legislador le corresponde, sin embargo esto no es correcto y así se le hicieron saber a través de redes sociales, así que, don Mario, ni siquiera conoce a qué servicios tiene acceso, o posiblemente si, pero mejor se fue directo a la institución privada. ¡Por algo será!

Con lo anterior queda de manifiesto que los legisladores de Morena, bien que saben, lo mal que esta la atención en el sector salud, pero lo defienden como si fuera de lo mejor, en lugar de buscar la manera de que mejoren y de seguir así, diciendo que están bien sin siquiera utilizarlos, las cosas van a seguir igual o peor, y es una vil mentira que para diciembre tendremos servicios con la calidad de Canadá o Dinamarca como afirmó, López Obrador, y esa no es la idea…

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