Definitivamente en nuestro país tenemos un problema grave en el tema de la adicción a las bebidas alcohólicas y lo anterior se está poniendo de manifiesto con las restricciones que se están imponiendo por las autoridades, como parte de la declaratoria de Emergencia Sanitaria; precisamente con la intensión de bajar el número de contagios por Covid-19, y es que, con eso en mente, ya se dieron a conocer las empresas que deberán parar labores por tratarse de actividades no esenciales, esto es, no se trata de algo de lo que no se pueda prescindir o al menos en teoría durante la pandemia, y entre las empresas incluidas como no esenciales están las embotelladoras de cerveza, incluso en algunos estados se está aplicando o considerando la implementación de ley seca mientras dure la contingencia.

Por su parte el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, llamó a la población a evitar compras de pánico de cerveza y otras bebidas alcohólicas, ya que considera que se podrían provocar aglomeraciones innecesarias en los centros comerciales, por lo que el nivel de contagio se elevaría y advirtió, si les da el coronavirus, las bebidas embriagantes “ahí se van a quedar”.

El mandatario reconoció que la declaratoria de emergencia no incluye la prohibición de la comercialización de cerveza, pero él está recomendando a los alcaldes que implementen la ley seca como una forma de prevenir casos de violencia al interior de los hogares, como resultado del estrés que pudiera provocar en algunas personas el no poder salir de sus casas.

Lo malo es que los regios entendieron el mensaje pero al revés, pues de inmediato se reportaron largas filas en las tiendas de conveniencia y supermercados en las que los clientes llevaban precisamente cerveza y otras bebidas alcohólicas y esa misma forma de actuar seguramente se va a replicar en todo el país, sobre todo por que las empresas cerveceras instaladas en nuestro territorio, están parando operaciones para atender la emergencia decretada por el gobierno federal; aunque no está prohibido que las negociaciones que todavía cuentan con producto lo puedan comercializar, así que seguirán con sus ventas hasta que se les terminen sus inventarios, cosa que seguramente ocurrirá en un corto tiempo.

Sin embargo ante esta situación, bien se podría incluir a las cerveceras dentro de las actividades esenciales y entonces regresarían a la fabricación y distribución de sus productos, pues no se sabe qué reacción podrían tener los consumidores ante tal restricción, aunada al estrés que están padeciendo algunos por el encierro.

Para el gobernador de Nuevo León el seguir con la venta de bebidas alcohólicas podría generar violencia en los hogares, pero hay otras opiniones que van en sentido contrario, esto es, que la falta de estas bebidas podría hacer más complicada la reclusión.

Pero como le decía, se pone en evidencia que mucha gente no puede soportar un tiempo determinado sin ingerir bebidas espirituosas y eso ya es preocupante, pues la dependencia al alcohol genera una serie de problemas sociales y de salud que la verdad es que, el país no tiene la capacidad para atender.

Por lo pronto veremos si las autoridades se esperan a ver qué pasa con esta ley seca a fuerza o si optan por no arriesgarse, como una forma de prevenir escenarios más complicados y esa debería ser la idea…

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