Como cada fin de año las autoridades le piden a la población abstenerse de tirar balazos al cielo como una forma de “matar” al año viejo y recibir al nuevo, pues no han sido pocos los casos, en los que, por llevar a cabo esta peligrosa práctica, resultan personas lesionadas y hasta muertas, con casos tan lamentables como niños y niñas que incluso ya estando dormidos en sus camas son blanco de estos proyectiles que se lanzaron al cielo sin medir las consecuencias, o como si se pensara que las balas no van a regresar a la tierra por la fuerza de la gravedad, la cual las acelera de tal forma que pueden atravesar superficies de diversos espesores impactando a seres humanos, como ha ocurrido.

Lo más lamentable es que pese a que se hace la advertencia a través de medios de comunicación y ahora también de redes sociales, las cuales incluyen detenciones y consignaciones a autoridades federales por tratarse de armas de fuego; quienes gustan de detonar sus pistolas o de algún conocido, lo siguen haciendo como si fuera algo completamente normal, y aquí no vale eso de decir que no sabían, pues es perfectamente conocido que la simple portación de un arma ya es considerado un delito.

Y es que resulta muy irresponsable simplemente detonar un arma de fuego apuntando al cielo, pues se pone en riesgo a quien este alrededor, eso incluye a quien utiliza el arma, pero cada quien es libre de ponerse en riesgo a sí mismo, de lo que no es libre es de poner en riesgo a terceras personas, pues como le comentaba, han sido varias las personas muertas por estas balas perdidas.

Y otra cosa que también resulta igual o aún más lamentable, es que en ocasiones son los mismos policías de diversos niveles quienes, utilizando sus armas de cargo, llevan a cabo estas prácticas que se supone ellos, deberían de reprimir por tratarse de una práctica no permitida, y eso incluye a todo elemento de cualquier corporación ya que las armas son herramientas de trabajo que no se deben detonar a menos que sea muy necesario, cosa que parece se les olvida a algunos de ellos.

Se debe recordar que las armas de fuego su función es lesionar y matar a un ser vivo, para eso fueron fabricadas, no son para jugar al tiro al blanco, por lo mismo los proyectiles que disparan son extremadamente peligrosos y parece que quien gusta de ellas no se percata de eso, es así, como muchos niños se han lesionado o han matado a sus hermanos o compañeros jugando con estos artefactos.

Así que ahora, como en anteriores ocasiones, se trata de hacer conciencia del daño que se puede provocar por manipular un arma de fuego y más porque en ese afán de satisfacer el deseo de sentir la fuerza de una detonación se pueden provocar desgracias que bien se pudieron prevenir y tener un saldo blanco en esta fechas que se supone son de unión familiar, aunque para algunos sea motivo de salir a divertirse a como dé lugar, sin tomar en cuenta los peligros, pues también están quienes gustan de los cuetes y demás pirotecnia que también tiene su grado de peligrosidad, pues, de nuevo, son los más pequeños las principales víctimas, quienes pierden alguna parte de su cuerpo por manipular estos explosivos, sin la supervisión de un adulto, bueno en ocasiones hasta con la presencia de un adulto, pues se trata de material altamente peligroso que hasta los productores de los mismos padecen de explosiones que les quitan la vida.

Así que la recomendación es que este fin de año se abstenga de lanzar disparos al aire y hasta de tronar los cuetitos, no se va a perder de nada si no lleva a cabo tal práctica y lo que si va a ocurrir es que no se pondrá en riesgo y lo más importante a su familia, que se supone es lo más importante, aquí si debemos aplicar esa de; abrazos, no balazos. Al menos, esa debe ser la idea…

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