Debido a que actualmente la atención de la mayoría está concentrada en los contagios y muertes derivadas del Covid-19; estamos dejando de lado otras situaciones que se siguen presentando y que también merecen ese nivel de vigilancia y me refiero a la inseguridad en todo el territorio nacional, y por supuesto está incluida nuestra vapuleada localidad, la cual regresó al top de las 50 ciudades más violentas del mundo con mil 522 homicidios registrados en 2019, superada apenas por Tijuana, Baja California que es la que encabeza la lista; de acuerdo con el informe publicado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.

Pero no solo eso. Cinco ciudades mexicanas ocupan los primeros lugares en esa lista mundial: Tijuana, Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato y Ciudad Obregón

Y mientras, Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), lanzó otra de sus clásicas y desafortunadas declaraciones; en esta ocasión dijo: “Ante la eventualidad de alguna consecuencia del regreso a la nueva normalidad en el ámbito de la seguridad pública será atendida oportunamente. Estamos pendientes, no queremos dramatizar. Hay voces que señalan riesgos en este momento, no hay nada que esté fuera del ámbito”. Y agregó, que en el contexto de la emergencia sanitaria del Covid-19 se instaló el Centro Nacional de Contingencias, donde todos los días llevan a cabo reuniones; participando la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Relaciones Exteriores (SRE), Guardia Nacional (GN), entre otras instituciones, por lo que le dan seguimiento a todos los asuntos relacionados a la seguridad nacional, ya que cuentan con el pulso y la evolución de la misma.

¿Pero de qué habla Durazo? ¿A qué se refiere con que no quieren dramatizar?, ¿Acaso para el secretario de seguridad, es hacer drama el hablar de los elevados niveles de inseguridad en que seguimos en México?

Porque de ser así, de qué nos sirve un funcionario que carece de la más elemental sensibilidad frente a un tema tan delicado como el de la seguridad de todos los mexicanos. Pero a lo anterior súmele que según él, todos los días se reúnen y saben perfectamente la situación en cuanto a los delitos que se cometen en el país y ven su evolución; lo malo es que solo lo observan pero no hacen nada al respecto, de otra forma, no estaríamos viendo estos altísimos niveles de criminalidad en México; eso de que cinco ciudades mexicanas estén dentro de las 50 más violentas del mundo no es algo como para estar tan tranquilos y menos porque estas cifras se refieren, sobre todo, a los crímenes de alto impacto, es decir, le corresponde a las autoridades federales atenderlos, pero todo indica que eso no está ocurriendo.

Y es que en la medida en que los delincuentes sepan que lo más seguro es que los van a detener tarde o temprano, la pensarían más de dos veces antes de, siquiera animarse a perpetrar los atracos.

De nuevo los secretarios alrededor del primer mandatario del país, no dan el ancho ante la expectativa que se tiene de un verdadero cambio; de funcionarios efectivamente comprometidos con su labor y no solo encabezando una secretaría sin dar resultado alguno; de eso no se trata y por lo mismo, esa no es la idea…

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