Tres días con sus noches nos tienen sujetos en el campo, hay que regar las parcelas si se quiere levantar la cosecha, no hay de otra; como cambiamos el agua, aprovechamos el momento para teclear, como en nuestros mejores tiempos, el tema semanal, sabedores de que les va a gustar.

No sabemos si una senadora de no malos bigotes quiso emular al Gran mexicano Dr. Belisario Domínguez, ahora que el Senado iba a entregar la medalla que lleva el nombre de este médico que, en su momento, increpó, desde la tribuna, dando muestra de valor civil y dignidad legislativa, al chacal y traidor Victoriano Huerta, lo cual le costó la vida.

Y es que en esta ocasión, la senadora pensó que AMLO iría al Senado para entregarle dizque a su amiga, una economista de amplios estudios académicos, la medalla Belisario Domínguez, supuestamente por sus servicios prestados a la Patria, galardonada que durante toda su vida, ha estado pegada a la ubre presupuestal, como empleada de varios presidentes de la República, palabras más, palabras menos.

No sabemos si afortunada o lamentablemente, el jefe de la Nación, le tiene pánico al Senado y no se diga al poder legislativo donde radica, teóricamente, la soberanía del pueblo, aunque los manejes como borregos y como es natural, el "benefactor" de la Patria, para evitar un "desagizao", no fue al Senado a colgarle su medalla a su amiga, la señora economista de 91 años que, pese a su edad, sigue sin vivir en el error.

Ahora bien, el Senado mexicano, en varias ocasiones, ha enseñado el cobre al colgar la medalla Belisario Domínguez, a personajes indignos, como por ejemplo, para citar solo uno, el tristemente célebre, nefasto y sinvergüenza líder obrero Fidel Velázquez Sánchez y otras damas de todo nuestro respeto pero que no la merecían, porque por muchos servicios que le hayan prestado a la Patria, ese no fue el fin para otorgar la medalla del oriundo de Comitán, Chiapas.

El intento de la senadora sonorense de increpar, con todo respeto, al Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, quedó solo en vano intento; la galardonada recibió su medalla, agradeció la deferencia y "tuti mundi contenti"; se rompió una taza y cada quien su casa. Cómo se vilipendia por el senado, la memoria del único mexicano que, como legislador, tuvo 3 huevos 3. Vale.

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