Ayer se celebró Día Internacional de la Felicidad, mismo que se estableció desde el 2013 por la Organización de Naciones Unidas, ello como un reconocimiento para el gran papel que se desempeña diariamente en las personas de todo el mundo.

En este sentido durante el año 2015, las Naciones Unidas, publicaron 17 objetivos de Desarrollo Sostenible, con el que pretendían poner fin a la pobreza, la reducción de la desigualdad y la protección al planeta. Esta resolución fue originalmente iniciada por Butan, uno de los países que desde la década de los 70 reconoce el valor de la felicidad de las naciones, agregando que fue el país anfitrión de una reunión de alto nivel de felicidad y bienestar.

Por supuesto el tema pese a que, buscar la felicidad es una decisión que le conviene a quien así lo decide, provoca comentarios adversos, pues existe quien cuestiona el por qué se hace tanto énfasis en ello, como es el caso de Odette Dupeyron, mismo que realiza conferencias y platicas en nuestro país tocando distintos temas, pero en alguna ocasión preguntó ¿por qué a la gente se le exigía ser feliz?, lo que provocaba estrés en la mayoría que sentía que era obligación el ser feliz o al menos buscarlo como un objetivo clave de su existencia y debatía. ¿Qué pasa si no quiero ser feliz?, ¿hay algún problema en ello?, ¿qué tal si así estoy bien así? Y la realidad en eso de buscar la felicidad, es que, no existe ninguna campaña que obligue a nadie a ser feliz, esa es decisión individual, pues el más beneficiado es quien lo logra, pero obviamente quien no quiera, esta en toda la libertad de quedarse igual, de hecho si una campaña consiguiera convencer a la gente de verse obligada a actuar de cierta manera, entonces no tendríamos problemas como los accidentes automovilísticos por manejar tomados; pues hay campañas para no hacer tal combinación, tampoco habría desperdicio de agua, pues también se llevan a cabo campañas en ese sentido y seguimos igual y así podríamos seguir enumerando estrategias tendientes a cambiar una forma de actuar y advertiremos que al final de cuentas, es decisión de cada individuo el seguir o no una sugerencia, cualquiera que esta sea.

De acuerdo a ciertas investigaciones; ser feliz únicamente depende de cada una de las personas, según su nivel de autoestima, ya que esta influye en gran parte de lo que diariamente ocurre en su vida, además uno de sus factores es el entorno en que se desenvuelven incluyendo el bienestar familiar, amistoso, y social, aunque en este tema es necesario agregar que hay personas que pese a tener todo su entorno adverso, son felices, incluso podemos comprobar cómo la reacción de cada persona es muy distinta frente a situaciones muy similares; como la muerte de un ser querido, la pérdida del empleo, la separación de la pareja, el tener acceso o no a diversos servicios. De hecho, los niños nos ponen el ejemplo cuando se divierten y disfrutan jugando con cajas, teniendo a su imaginación como su principal fuente de entretenimiento y por lo mismo no sufren al carecer de juguetes de alta tecnología.

Y no se trata de ver todo color de rosa, simplemente de preferir todo lo que provoque sensaciones positivas con la intensión de tener una mejor visión frente a la vida, y los beneficios que se obtienen al conseguir ser felices son muchos, pero es importante resaltar que a quien más le conviene conseguir la felicidad es quien consigue tal objetivo.

Hay que entender que no es una obligación el buscar la felicidad, sino una opción que cada uno decide si la toma o la deja, teniendo muy en cuenta su conveniencia y esa debería ser la idea…

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