Vasos de captación salvan a Pradera Dorada
Foto: Pedro de la Paz

Por más de 40 años el fraccionamiento de Pradera Dorada se distinguió por ser una de las zonas de Ciudad Juárez que resultaba más afectada en la temporada de lluvias, lo que generaba grandes inconvenientes a sus habitantes, pues no contaban con un drenaje pluvial que pudiera desfogar el agua que se acumulaba en las vialidades y hacía casi imposible que lograran salir o ingresar a sus viviendas.

Cada temporada de lluvias el mayor miedo de los vecinos de Pradera Dorada es que llegaran fuertes precipitaciones a la localidad porque sabían que algunos quedarían atrapados en sus casas por días sin poder salir o recibir visitas, según nos cuentan Sonia González y Gerardo Pastor, quienes han vivido en este fraccionamiento por los últimos 30 años

“El mayor problema que teníamos era cuando llovía… por las inundaciones, porque hay poquitas salidas a calles principales y eran las que se inundaban, no se podía salir ni en carro ni a pie, teníamos que quedarnos en la casa”, comentó la señora González.

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Sonia González, habitante de Pradera Dorada

“Básicamente hay dos lugares por donde uno podría entrar y salir, pero por las inundaciones nos quedamos incomunicados, porque no podíamos salir de nuestros hogares, algunos vecinos tenían vehículos pequeños y no podían salir, en especial por la avenida principal, porque ahí teníamos que buscar rutas alternas y en muchas de las calles se han cerrado y se convirtieron en privadas”, compartió Gerardo Pastor.

Inversión inteligente

Desde el pasado 16 de diciembre de 2019 se iniciaron los trabajos de construcción de tres vasos de captación en el sector de Pradera Dorada por parte de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), así como de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), esto con recurso y ejecución del Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua, con una inversión de 62 millones de pesos, además de 33 millones de pesos para mejorar la red de alcantarillado.

“Cuando iniciaron los trabajos desde luego que había algunas molestias, pero nada que pudiera representar un problema, sabíamos que el beneficio iba a hacer mucho más que el problema que se presenta al momento de las obras”, señaló Gerardo.

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“En su momento había muchas desviaciones y escarbadero por toda la calle principal, pero nada que no se pudiera manejar, pero sí causaba molestia ya que pensábamos: — ojalá valga la pena tanta desviación, tantos hoyos y tanta excavación que hicieron por tanto tiempo —”, dijo Sonia.

Los trabajos de drenaje pluvial, según información de la JMAS, consistieron en la construcción de tres vasos de captación, el vaso norte uno tiene una capacidad de almacenamiento de 8 mil 885 metros cúbicos, con una superficie de 2 mil 553 metros cuadrados y una altura máxima de corona de ocho metros.

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El vaso en la zona norte dos, cuenta con una superficie de 3 mil 500 metros cuadrados, una capacidad de cerca de 5 mil metros cúbicos de agua y una profundidad de 3.50 metros.

El vaso sur y el principal tiene una capacidad de más de 27 mil metros cúbicos de agua, una superficie que supera los 10 mil metros cuadrados y una profundidad de 10 metros.

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Estos tres vasos de captación fueron realizados con arena fina que se coloca en la base, lo que permite filtrar con mucha rapidez el agua que se conduce desde las calles a través de los diversos canales que se hicieron y que la interconexión de estos espacios de absorción permitirá que al llenarse el primero, el agua continúe fluyendo hacia el segundo, que tiene una mayor capacidad.

La obra de canales que se construyeron y rehabilitaron a lo largo de Rancho Agua Caliente, desde Rancho El Becerro hasta Rancho Las Cabras, tuvo una duración de un año y tres meses. A pesar de que los residentes de la zona tuvieron que usar diferentes vialidades de desviación en todo ese tiempo, es un sacrificio que valió la pena.

Lluvias ponen a prueba la obra

Las primeras lluvias que pusieron a prueba los vasos de captación y el canal de desfogue que se construyeron en Pradera Dorada ocurrieron el pasado 28 de junio. Ese día la intensidad de las mismas acumularon alrededor de 34 mil litros de agua pluvial, de acuerdo con datos de Protección Civil Municipal.

Durante las precipitaciones que se registraron en esa fecha y duraron al menos dos días, los vasos de captación de esta zona registraron muy buenos resultados. El vaso sur acumuló 21 mil 230 metros cúbicos; el vaso norte uno, cinco mil 630 metros cúbicos y el vaso norte dos, 4 mil 950 metros cúbicos, logrando el propósito esperado de evitar inundaciones en las principales salidas de este fraccionamiento.

“Cuando vi que la primera lluvia se acercaba pedía que se fuera rápido el agua, que no se acumulara, pero para sorpresa y alegría de nosotros, se fue muy rápido. Me sentí muy bien al ver eso”, señaló la señora González.

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Además, recordó que a varios de sus familiares, antes de esta obra, tenían problemas con sus vehículos cuando la visitaban en temporada de lluvias, pues el agua acumulada de las calles los afectaban.

Con las lluvias de los últimos meses Gerardo recordó los dolores de cabeza y molestias que traían las precipitaciones para los habitantes de su sector, pero tenía la esperanza de que las obras del Gobierno del Estado funcionaran.

“Afortunadamente en las lluvias pasadas no hubo ningún problema, prácticamente ni encharcamientos. Pude transitar tranquilamente, esto fue la prueba de fuego, que llegaran las lluvias fuertes y ver qué tan rápido se podía absorber esa agua, y afortunadamente no hubo acumulamiento.”

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El agua duró aproximadamente de ocho a 10 horas en las calles, pero sin acumularse, una vez que se detuvieron las lluvias el líquido se fue direccionado a los tres vasos de captación, los cuales lo absorbieron en un lapso de 72 horas, que, a diferencia de ocasiones anteriores, tenían que esperar hasta cuatro días para desfogar el agua y tener accesibilidad de entradas y salidas.

Para los habitantes de Pradera Dorada ha sido un milagro que estos trabajos hayan funcionado, pues después de un año y tres meses que se concluyeron, tenían poca esperanza de que funcionaran, pero al ver que sí cumplieron su función están agradecidos por esta inversión que se realizó.

Los señores Sonia y Gerardo aseguran que la preocupación de ahora es cómo mantener funcionando estas obras, pues buscan que el gobierno los pueda orientar y dar el mantenimiento adecuado, además de que, por su parte, se buscará mantener limpias las calles lo más posible para evitar daños en la nueva infraestructura.

Jardineras de lluvia

Otro trabajo que realizó la JMAS para empezar a mitigar el problema de las inundaciones en la ciudad fue la creación de una infraestructura verde, con el propósito de coadyuvar a controlar el acumulamiento de agua por lluvias, además de los vasos de captación.

Se trata de las jardineras de lluvias, un proyecto con una inversión de 13 millones 765 mil 258 pesos. Se construyeron en la avenida de las Américas y fueron un total de 60 jardineras de lluvia, además de 14 soluciones hidráulicas en bocacalles.

Gracias a esta obra los flujos de la lluvia son interceptados e infiltrados escalonadamente en las partes altas de las subcuencas urbanas, sin necesidad de canalizar por largas distancias el agua de lluvia.

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Los jardines de lluvia y bocacalles se excavaron a profundidades de hasta cuatro metros con el fin de encontrar un estrato de arenas limpias (estrato permeable), ahí se rellenó con un filtro de piedra de corte de 4"-6", grava de 3/4 y tierra vegetal. A unos 60 centímetros del nivel de cuenca, se colocó un geotextil que retiene humedad junto con una capa de tierra vegetal (que a su vez actúa como un primer filtro).

Se plantó vegetación nativa que tiene la capacidad de sobrevivir tanto en periodos de sequía, así como en periodos de humedad y se colocó una capa de zeolita que además de ser decorativa mantiene los niveles de humedad en el suelo.

Una vez que el jardín está a punto de rebasar su nivel máximo de captación, el agua comienza a entrar por un sistema interno de drenaje, el cual, inyecta el agua a la profundidad donde se colocó un filtro de piedras, lo que asegura una rápida absorción.

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